A
ana sieiro
Invitado
Hola me llamo Ana y me gustaría hacer una crítica constructiva pero detallada a El Corte Inglés.
Este año pasado mis hijos (Adrián de 5 años y Dani de 2) y yo nos mudamos de casa y decidí renovar algunos muebles y aparatos que hacía 8 o 10 años que compré (por cierto en El Corte Inglés).
El caso es que, como la financiación de El corte inglés es interesante, y como vía Internet me hacían descuento, me compré una lavadora de color gris marca Zanussi, un lavavajillas normal marca Mièle y un sofá de tres plazas color crema.
Tardaron aproximadamente un mes más de lo previsto entre que me trajeron un sofá blanco de dos plazas, una lavadora Saivod de color blanco y un lavavajillas de 25cm de altura y se los llevaban de nuevo. En medio, llamadas de los transportistas preguntando cómo se llegaba. “Un error lo tiene cualquiera” -pensé-.
Al cabo de los meses, también con la idea de renovar y de ahorrar, me compré un ordenador portátil marca Acer y una impresora láser de color marca OKI, todo vía Internet. Vale, pues me trajeron un ordenador Sony y una impresora de chorro de tinta marca Brother.
Al abrir los paquetes y comprobar que nada se correspondía con lo pedido me dijeron que en 48 horas me llevarían la mercancía correcta y que en unos 20 días pasarían a recoger la incorrecta.
Es decir, durante 20 días disponía de un ordenador y una impresora para usarlas a mi antojo. Me quedé estupefacta ante esa política logística, pero así ocurrió, más o menos, aunque en lugar de 20 días tardaron como 25 y en traerme la “mercancía correcta”, una semana, no 48 horas.
Tengo un sobrino de 21 años que este verano pasado ha aprobado todas las asignaturas de Agrónomos y como, a mi, particularmente, me parece todo un logro, decidí regalarle una cámara. Es aficionado y le gusta mucho todo lo que tiene que ver con la imagen.
Una vez, más decidí comprarlo a través de Internet. Una cámara estupenda, submarina y todo. Con las mejores prestaciones. Sinceramente, pensé que todo lo que me había ocurrido había sido un cúmulo de mala suerte. Hago la compra en El corte inglés desde hace más de 12 años y frecuento las plantas de moda (más de lo que debería) y de verdad que prácticamente nunca he tenido ninguna queja.
Como vivimos en Madrid y mi sobri en Valladolid puse en la dirección de envío la de mi hermana y su marido (sus padres). Me pareció que sería algo rápido y que si le gustaba otra cosa solo tenía que cambiarlo.
El caso es que le llegó, ahí estaba la flamante cámara ultramoderna de la muerte pero… ¡¡¡¡¡horror!!!!! ¡La batería estaba deformada! Tuve que pedir que me la cambiaran y… ¡Vuelta a empezar!… ¡Tres semanas!
No solo soy yo sino que he escuchado más tipos de quejas en este sentido.
No me cabe en la cabeza, como puede funcionar tan mal este servicio en el centro comercial más prestigioso de España.
¿Qué pensáis?
Este año pasado mis hijos (Adrián de 5 años y Dani de 2) y yo nos mudamos de casa y decidí renovar algunos muebles y aparatos que hacía 8 o 10 años que compré (por cierto en El Corte Inglés).
El caso es que, como la financiación de El corte inglés es interesante, y como vía Internet me hacían descuento, me compré una lavadora de color gris marca Zanussi, un lavavajillas normal marca Mièle y un sofá de tres plazas color crema.
Tardaron aproximadamente un mes más de lo previsto entre que me trajeron un sofá blanco de dos plazas, una lavadora Saivod de color blanco y un lavavajillas de 25cm de altura y se los llevaban de nuevo. En medio, llamadas de los transportistas preguntando cómo se llegaba. “Un error lo tiene cualquiera” -pensé-.
Al cabo de los meses, también con la idea de renovar y de ahorrar, me compré un ordenador portátil marca Acer y una impresora láser de color marca OKI, todo vía Internet. Vale, pues me trajeron un ordenador Sony y una impresora de chorro de tinta marca Brother.
Al abrir los paquetes y comprobar que nada se correspondía con lo pedido me dijeron que en 48 horas me llevarían la mercancía correcta y que en unos 20 días pasarían a recoger la incorrecta.
Es decir, durante 20 días disponía de un ordenador y una impresora para usarlas a mi antojo. Me quedé estupefacta ante esa política logística, pero así ocurrió, más o menos, aunque en lugar de 20 días tardaron como 25 y en traerme la “mercancía correcta”, una semana, no 48 horas.
Tengo un sobrino de 21 años que este verano pasado ha aprobado todas las asignaturas de Agrónomos y como, a mi, particularmente, me parece todo un logro, decidí regalarle una cámara. Es aficionado y le gusta mucho todo lo que tiene que ver con la imagen.
Una vez, más decidí comprarlo a través de Internet. Una cámara estupenda, submarina y todo. Con las mejores prestaciones. Sinceramente, pensé que todo lo que me había ocurrido había sido un cúmulo de mala suerte. Hago la compra en El corte inglés desde hace más de 12 años y frecuento las plantas de moda (más de lo que debería) y de verdad que prácticamente nunca he tenido ninguna queja.
Como vivimos en Madrid y mi sobri en Valladolid puse en la dirección de envío la de mi hermana y su marido (sus padres). Me pareció que sería algo rápido y que si le gustaba otra cosa solo tenía que cambiarlo.
El caso es que le llegó, ahí estaba la flamante cámara ultramoderna de la muerte pero… ¡¡¡¡¡horror!!!!! ¡La batería estaba deformada! Tuve que pedir que me la cambiaran y… ¡Vuelta a empezar!… ¡Tres semanas!
No solo soy yo sino que he escuchado más tipos de quejas en este sentido.
No me cabe en la cabeza, como puede funcionar tan mal este servicio en el centro comercial más prestigioso de España.
¿Qué pensáis?