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Lydia Martínez
Invitado
Qué barbaridad! Pensaba que era a mí sola a quien habían engañado con Dragón Canarias y ya veo que hay más gente. Mi cruz comenzó cuando me compré un Daihatsu Terios y el día que me lo iban a entregar me dí cuenta de unos cable conlgando debajo de la guantera y, con el vendedor delante, un tal Jose Luis Socorro, me dijo que era de la instalación de la radio y que la semana siguiente lo llevara para que me lo reparara. El mismo domingo, me lo llevé a estrenarlo al centro de la isla (Gran Canaria) y me dejó tirada a mí y a mis padres en un lugar casi perdido de "la mano de Dios" sin dar señales de vida. Cuando les expuse el problema, uno de los señores recepcionista dijo de manera burlona que era porque yo era una mujer, cosa que me sentó muy mal. Tras varios problemas con el coche, y la paciencia que le dedicaban a los tiempos de reparación, amén de la negativa de dejarme un coche sustitutivo alegando que se lo habían llevado sus empleados, me cansé, me cansé de llegar tarde a todos sitios, de conducir con la inseguridad de quedarme "votada", de excusas estúpidas, de hojas de reclamaciones... me dirigí al concesionario de Citroën que se encuentra justo enfrente y ya llevo dos años sin problemas, y de esta gente no quiero ya ni volver a hablar más porque supusieron un gran problema en su día. Gracias y saludos a tod@s.