El ex-marine Almirante William H. McRaven contó, en su discurso inaugural de este 2014 en la Universidad de Texas, 10 lecciones maravillosas por su sencillez y utilidad para el día a día de los marines. Estas son las lecciones que tienen que aprender los marines cuando son unos recién llegados. Se titulan así: “cama, paddle, corazón, galleta, circo, obstáculo, tiburón, momentos duros, canción y campana“. Cada una es una metáfora de un aspecto importante de la vida.
El almirante trató de convencer a la promoción del 2014 para cambiar un mundo de ocho billones de personas, haciéndolo de 10 en 10 personas. Llegó a la conclusión de que en cinco generaciones la vida de 800 millones de personas habrá sido cambiada por aquellas 800 personas sentadas delante suya aquel día. El vídeo de ese discurso ha sido visto ya por más de 2,32 espectadores.
Pero empecemos por una sola persona: tú mismo! Usa tu imaginación y mírate en el espejo. ¿A quién ves? ¿Estás allí todavía? ¿Defines tu mundo o es el mundo el que te define? ¿Cuál es tu cama, paddle, corazón, galleta, circo, obstáculo, tiburón, momento duro, canción y campana?
¿Estás preparado para aprender estás lecciones de un marine americano? Aquí te mostramos como aplicar estas lecciones a la vida diaria (es un resumen de su discurso).
1. La lección de la cama
“Si quieres cambiar el mundo, comienza por hacerte la cama”.
Hacer nuestra cama parece algo simple, pero si no somos capaces de hacer las cosas simples correctamente…pues bien…ya sabes como continúa la frase! Hacerse la cama es una obligación en el servicio militar por esta razón. Después de levantarnos cada mañana, nos miramos en el espejo y decidimos como “hacer nuestras vidas”. Así que si somos capaces de hacer bien nuestra cama cada mañana quizás también seamos capaces de “hacer nuestra vida” bien!
2. La lección del grupo
“Si quieres cambiar el mundo, encuentra una pareja de paddle”.
¿Estamos cambiando “mi” mundo o “nuestro” mundo? Los humanos somos personas sociables. Convivir con otras personas lleva tiempo, paciencia y perseverancia, pero a largo plazo, es muy beneficioso. Así que busca tu pareja de paddle. Busca a otros “marines”!! Cuantos más mejor!!
3. La lección del corazón
“Si quieres cambiar el mundo, valora a las personas por el tamaño de su corazón, no por el tamaño de su aletas”.
Tengo una teoría acerca del peso y el tamaño de las personas. Me da la impresión de que las personas bajitas se esfuerzan más en todo lo que hacen. Tienen un corazón grande en un cuerpo pequeño. Nunca quiero cruzarme con una persona más baja que yo. Un niño de dos años puede comerse mi almuerzo si no estoy atento. La motivación puede triunfar sobre la inteligencia y si trabajamos para fortalecer ambas, podremos cambiar el mundo.
4. La lección de tener un mal día.
“Si quieres cambiar el mundo , supera los malos momentos siendo una galleta de azúcar y sigue remando”. Algunos días no importa lo que hagas, cuan duro trabajes…las cosas a veces no salen como las has planeado. Los fallos proporcionan experiencia y, como no somos perfectos, necesitamos prepararnos para este tipo de días. El ejercicio llamado “galleta de azúcar” en el entrenamiento de los marines está diseñado para que los reclutas lleguen al final del día tras haber superado un calvario. Así que cuando nuevamente tienen un mal día son capaces de saber que todo se supera y que mañana será un día mejor.
5. La lección de hacer trabajo extra.
“Si quieres cambiar el mundo, no tengas miedo de los circos que se crean”.
Cuando fallas en un entrenamiento físico, ése grupo de marines debe hacer dos horas más de ejercicios diseñados para desanimarte anímicamente, para que abandones. Pero estos ejercicios realmente ayudan a mejorar tu resistencia sino abandonas. Todos vivimos en nuestro “circo” particular, y algunas veces podemos estar exhaustos, confusos. En estos momentos no podemos abandonar nuestras responsabilidades, tenemos que seguir trabajando. Haciendo esto, nos fortalecemos, aprendemos y ganamos confianza. Hacer lo mínimo no es suficiente en muchas ocasiones, así que trata de dar siempre lo máximo. Procura siempre hacer un poco más.
6. La lección de superar tus miedos.
“Si quieres cambiar el mundo a veces tienes que despejar primero tu cabeza de obstáculos”. El entrenamiento de los marines de McRaven incluye dos carreras de obstáculos a la semana. Uno de los obstáculos más temidos en el “descenso por la vida”. Es peligroso y pone a los marines en verdadero peligro. En la película “Dune”, el personaje Paul se dice a si mismo: “El miedo es el asesino de la mente”. Es cierto, porque mientras es bueno estar alerta, si el miedo paraliza tu mente o motivación, entonces estarás verdaderamente perdido. A veces, tenemos que arriesgar, pero necesariamente con un propósito, con resolución y sin miedo.
7. La lección de enfrentarte a “tu tiburón habitual”.
“Si quieres cambiar el mundo, no te acobardes frente a los tiburones de la vida”. Nos guste o no, tenemos que vivir nuestras vidas “navegando entre tiburones”. La lección 6 de McRaven nos recuerda que el miedo reduce nuestra capacidad. Pero si estamos preparados para el encuentro con el “tiburón” de turno, nuestra forma de responderle puede hasta sorprendernos. Los mejores supervivientes son aquellos que saben como funciona la mente del enemigo.
Los rivales prefieren atacar al débil y no al fuerte: “No te muestres nunca como una presa y no corras a no ser que sea tu último recurso”. Tu rival puede atacarte físicamente así que unas clases de defensa personal (el almirante prefiere el Aikido) te darán confianza y evitarás ser una presa fácil. Sin embargo, la mayoría de los ataques de los tiburones de la vida son verbales. Tienes que prepararte para darle una respuesta adecuada. Céntrate en tus valores y ética. Una respuesta beneficiosa para ámbos es la mejor manera de empezar, particularmente si te encuentras en un grupo.
8. La lección de dar lo mejor mientras experimentas lo peor.
“Si quieres cambiar el mundo, debes dar lo mejor en los peores momentos”.
Muchas de las misiones de entrenamiento de los marines americanos incluyen peligrosas operaciones bajo el agua bajo la más completa oscuridad. Todo el entrenamiento de los marines se basa en saber soportar ese momento para cuando llegue. Nadie sabe cuando puede llegar nuestro día. No vamos a recibir el entrenamiento de los marines pero estamos educados con unos valores y una ética que deben de ayudarnos a pasar por esos momentos difíciles. Lo importante no es como empieza, sino como acaba.
9. La lección de alzar tu voz.
“Si quieres cambiar el mundo, empieza cantando cuando estés hasta el cuello de mi…”.
La novena semana del entrenamiento de McRaven (la semana infernal) consiste en seis días sin dormir, con continuos retos físicos y mentales, y un día que es un auténtico infierno metido en una zona de fango que hay entre San Diego y Tijuana y que tienen que atravesar. Es uno de los ejercicios más duros del entrenamiento de los marines y uno de los cuales se producen más abandonos. Cuando el grupo de McRaven se encontraba hundido en pleno fango, uno de los MARINES comenzó a cantar y pronto el resto se le unió. Esto dio esperanza a todos. Era una afirmación de que podían hacerlo. Puedes animar de esta manera sencilla (no importa lo mal que cantes) para transformar un momento duro en esperanza. Así que grita: Carpe diem!!
10. La lección de llamar a la campana.
“Si quieres cambiar el mundo, nunca, nunca llames a la campana del abandono”.
Cuando un marine quiere rendirse y abandonar, lo que tiene que hacer es acercarse a la campana y tocarla. La pregunta es… ¿Cuál es tu campana? Lucha hasta el último suspiro y ayuda a los demás a tener una vida mejor…de nuevo!
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Foto: World armies