La depresión es una enfermedad que repercute en el cuerpo, la perspectiva de la vida y los estados de ánimo e impacta la forma en que una persona come y duerme, la forma en que se siente y la forma en que razona sobre las cosas. Desafortunadamente, la enfermedad también afecta a nuestros hijos.
La depresión infantil no tiene nada que ver con las emociones (los altibajos) que tienen a medida que crecen. Nuestro hijo puede tener depresión cuando los indicadores duran y afectan a lo que le gusta, sus actividades sociales, la vida familiar y el colegio. La depresión es curable, aunque es una condición complicada.
La depresión se clasifica en dos tipos: depresión mayor y distimia. La depresión mayor dura aproximadamente dos semanas, y a lo largo de la vida de tu hijo, puede ocurrir más de una vez. Tu hijo podría pasar por una depresión significativa ante un incidente duro como la muerte de un familiar o un amigo. La distimia no es tan grave, pero es una forma prolongada de depresión que dura no menos de dos años.
10 SEÑALES DE ADVERTENCIA DE DEPRESIÓN EN NIÑOS QUE NO DEBES PASAR POR ALTO
1. TRISTES Y FLOJOS
El niño no tiene ilusión por las cosas y se le ve sin ánimo y flojo. Puede llorar fácilmente. Algunos de ellos esconden sus lágrimas al ser reservados. Los niños que sufren de depresión a menudo reaccionan, caminan y hablan más despacio. Pueden jugar menos y ser menos activos de lo habitual.
2. FALTA DE ATENCIÓN Y PARECE ABURRIDO
Un niño al que siempre le ha gustado practicar deporte, por ejemplo, podría decir que ya no quiere participar en tales actividades. Podrían rechazar querer participar en cosas en las que antes lo pasaban muy bien o quejarse de estar “aburrido”.
3. NERVIOSISMO Y TENSIÓN
Puede pasar que parezca muy inquieto o tener signos de estar en tensión. Puede verse ansiedad, signos de pánico y tensión en el niño. La fuente de ansiedad puede proporcionarte una pista de que se está iniciando una depresión.
4. CONFUSIÓN Y ANGUSTIA
El niño puede empezar a tener mal genio y a estar preocupado. Como consecuencia de la angustia, reacciona con ira o está de mal humor. Las personas con depresión pueden volverse cínicas e identificarse a sí mismas, a su entorno y su vida, en un mundo horrible.
5. CULPABILIDAD, AUTO LESIONES Y SENSACIÓN DE PASOTISMO
Los niños deprimidos pueden tener una obsesión por creer cometer errores o decepcionar, sentirse muy culpables y asumir que no sirven para nada. Las personas deprimidas pueden causarse dolor físico a sí mismas o correr riesgos extremos. Una buena ilustración de tales acciones es la autolesión.
6. VULNERABILIDAD
Los niños piensan a menudo que no hay nada que les pueda sacar de la situación en la que están. En concreto, los niños que padecen distimia podrían pensar que esta es “su vida normal”, ya que este es su único conocimiento.
7. SENTIMIENTO DE AISLAMIENTO
Un niño que ha sido acosado con frecuencia puede ser muy sensible a cualquier ofensa de sus amigos.
8. CAMBIOS EN EL PESO O EN LOS HÁBITOS DE COMIDA
El apetito aumenta o disminuye en la mayoría de las personas con depresión. Aquellos a los que típicamente les gusta comer, pueden perder de la noche al día el gusto por comer. Los jóvenes también pueden responder de manera inversa, comiendo en exceso para auto-tratar su estado emocional.
9. TRASTORNOS AL DORMIR
Puede pasar que les cueste dormirse cuando tienen que dormir y que se queden dormidos cuando no es el momento. Dormir demasiado o despertarse demasiado temprano puede ser algo característico. Durante el día en la guardería o en el colegio, pueden tener dificultades para mantenerse despiertos.
10. AISLAMIENTO
Los niños que sufren de depresión pueden no querer hacer sus obligaciones y tareas diarias. Pueden querer apartarse de su familia y sus compañeros. Su dormitorio puede convertirse en su lugar favorito para refugiarse.
Cuando los signos duran poco tiempo, puede ser una situación temporal de tristeza. Sin embargo, si se demoran más de dos semanas y obstaculizan las actividades normales de su día a día y vida escolar, el niño puede entrar en depresión.
CAUSAS DE DEPRESIÓN EN NIÑOS
Las causas de la depresión no se conocen con precisión. Similar a numerosos trastornos mentales, varios aspectos pueden ser los culpables, por ejemplo:
1.- QUÍMICA CEREBRAL
Los neurotransmisores son sustancias químicas cerebrales inherentes que posiblemente son un factor de depresión. Estudios recientes muestran que, las variaciones en la función e influencia de los neurotransmisores más la forma de interacción con los neurocircuitos encargados de mantener la constancia de la actitud podrían tener un papel en la apatía y su cura.
2.- DIFERENCIAS GENÉTICAS
Las personas deprimidas parecen tener alteraciones físicas dentro de sus cerebros. El impacto de estas fluctuaciones aún no está claro; sin embargo, eventualmente podría ayudar a determinar las causas.
3.- COMPORTAMIENTOS HEREDITARIOS
En aquellos que tienen antecedentes genéticos, la depresión es más frecuente. Los científicos están intentando descubrir los genes involucrados en desencadenar la depresión.
4.- HORMONAS
Los cambios en el equilibrio hormonal de su cuerpo pueden estar involucrados en la depresión. Los cambios hormonales pueden materializarse con el embarazo más después del parto (postnatal) y por dificultades de la tiroides, menopausia u otras situaciones.
RESUMIENDO
Recuerde, en la mayoría de los casos hay dos tipos de depresión. En la enfermedad depresiva primaria (la forma de depresión más prevalente) los signos duran, en lo que podrían ser incidentes graves, de siete a nueve meses. Sin embargo, existe otra forma de depresión conocida como distimia, en la que los síntomas son insignificantes, pero duran más o incluso años.
En consecuencia, aunque la distimia podría ser menos incapacitante para el niño, existe una mayor amenaza. Y ese peligro es más daño acumulado por el tiempo adicional que el niño queda bloqueado en el periodo de desarrollo.
La depresión en los niños surge de una variedad de causas y es razonablemente tratable. Si sospechas que tu hijo tiene problemas de depresión crónica, no esperes. Busca asesoramiento profesional.
La clave es tener un plan de acción para ayudar a tu hijo. No es aceptable ignorar el problema o esperar a que la depresión desaparezca. El tratamiento es vital para tratar la depresión en los niños.
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