ViaJoven Hábitos saludables para mejorar tu vida
Los amigos de toda la vida tienen algo especial. Hay un vínculo excepcional que se forma con el tiempo, que crea el tipo de relación que sólo puede surgir cuando habéis crecido juntos. Puede que tengáis buenas y malas rachas, puede que incluso os peleéis de vez en cuando, pero al igual que un hermano o una hermana, hay que admitir que los amigos que han crecido juntos tienen algo bastante mágico. No tienen por qué vivir en la casa de al lado, pero hay muchas razones por las que permanecen cerca de tu corazón.
1. Confiáis el uno en el otro más que en nadie, porque son como de la familia.
Como dice el refrán, no puedes elegir a tu familia, pero sí a tus amigos. Las únicas personas que te conocen tan bien como tu familia son los amigos que tú eliges. En este sentido, tus amigos de toda la vida se convierten en tu familia.
2. Conocen tus mayores secretos.
Tú eres su confidente número uno. Y ellos son los tuyos. Porque confías en ellos como en familia, y porque habéis compartido tanta vida juntos, conocen tu corazón. Y tú se lo confías.
3. Tuvisteis todas vuestras «primeras veces» juntos
Los amigos que han crecido juntos han vivido juntos muchas cosas nuevas. Tu primer día de colegio, tu primera cita, tu primer beso. Son recuerdos que sólo tus amigos de toda la vida comparten contigo. Nadie más tiene una historia tan especial como ésta.
4. Sabéis lo que necesita cada uno
Como en una familia, no sólo os conocéis, sino que sabéis lo que es mejor para el otro. Y lo queréis el uno para el otro, pase lo que pase.
5. No necesitas palabras para comunicarte
Cuando pasan cosas, no necesitas decirles cómo te sientes. Te conocen desde hace tiempo y te conocen lo suficiente como para saber qué hacer en determinadas situaciones. Cuando ocurre una tragedia, de alguna manera sabes que no necesitas pedirles que vengan. Sabes que estarán en tu puerta en cuanto puedan.
6. Las razones por las que os hicisteis amigos siempre permanecen
Os elegisteis el uno al otro por una razón. Quizá porque te hacen reír hasta llorar, o porque te defienden cuando nadie más lo hace. Sea cual sea la razón, os cubrís las espaldas mutuamente, y las razones fundamentales por las que os encontrasteis siempre estarán ahí.
7. Estuvieron ahí en todos los grandes acontecimientos de la infancia y estarán ahí en todos los grandes acontecimientos del futuro.
Estuvieron ahí cuando murió tu abuela, cuando te graduaste, cuando tu padre se volvió a casar. Estuvieron a tu lado en todos esos enormes momentos de tus años de formación, y por eso es tan importante que estén ahí para todos los que aún están por llegar.
8. Podéis compartir vuestra historia
Una de las mayores alegrías de la vida es sentarse con un viejo amigo y recordar los «viejos tiempos». Es muy especial tener un amigo al que quieres y en el que confías para que te ayude a rebuscar entre los bonitos recuerdos, y reíros juntos de los momentos buenos y malos.
9. Es una de las pocas personas de tu vida con las que tendrás este tipo de relación y conexión.
Hay mucho que decir sobre una amistad de este calibre. Hay tanta historia, cariño y tiempo invertidos que es un regalo raro y especial tener algo así con otra persona, y los buenos amigos reconocen esto el uno en el otro.
10. Son una fuente continua (y fiable) de aprendizaje
No son sólo nuestras similitudes las que hacen florecer una amistad profunda, sino también nuestras diferencias. Nuestras amistades duraderas experimentarán inevitablemente momentos de cambio, y eso nos anima a aprender unos de otros y a apoyarnos mutuamente durante esos momentos de aprendizaje.
11. Saben quién eres porque saben quién fuiste
Tu pasado puede ayudar a determinar la fuerza de tu futuro. Tener a alguien que camine por esta vida contigo es oro, tener a alguien que conozca todo tu viaje, no tiene precio.
