Decidir si romper o no con un amigo puede ser difícil. Sin embargo, cuando ves cosas que tocan un límite, puede ser una opción recomendable.
A medida que avanzamos en la vida, hacemos nuevos conocidos y forjamos amistades con unos pocos elegidos. Si bien le damos importancia a quien elegir, también debemos cortar lazos con aquellos que comienzan a llevarnos por caminos equivocados.
Y eso no es nada por lo que sentirse culpable. La gente cambia y es posible que estéis a cosas totalmente diferentes. No des por hecho que los amigos siempre deben serlo para siempre, a veces simplemente ya no os podéis reconciliar. A veces tienes que considerar tu propia felicidad a largo plazo y mantener un círculo social mas reducido.
Puede ser una experiencia dura que una amistad cambie para peor, pero no hay necesidad de prolongarlo. Si esa relación posee alguno de estos ocho indicadores, ¡puede que sea hora de decir adiós y sin rencor!
1.- Tienes que buscarle continuamente
Si tu relación se ha desequilibrado y no muestra signos de ser lo que era, es probable que no te valore como tú lo haces. Tener que perseguir o buscar constantemente a un amigo es terrible, es decir, que no te devuelva las llamadas, el mensaje de turno… Incluso puede dañar tu autoestima.
Si se lo has hecho saber a tu amigo y aún así no cambia de actitud, ¡deja de desperdiciar tu energía y déjale ir!
2.- La manipulación y el carácter se acentúan
Detente a reflexionar sobre la relación un segundo, ¿eres tu verdadero yo? Si sientes que ya no estás siendo fiel a ti mismo, la toxicidad de la relación se acumulará. Piensa por un momento si tu amigo te está manipulando y por qué.
Las amistades saludables consisten en compartir la profundidad de nuestro carácter, no en explotar uno al otro. Si este es el caso, puede ser el momento de reevaluar esa relación.
3.- Caes en picado
Si tu amigo tiene un carácter o un comportamiento no muy lícito que digamos, es posible que se refleje en ti. Si con los demás muestra a menudo un comportamiento intimidatorio, es posible que otros comiencen a verte de la misma manera. O peor aún, ¡puede empezar a sacar el matón que hay en ti!
Tienes que tener cuidado con con quién te relacionas, es posible que también te vuelvas como ellos.
4. Competís entre vosotros
Tu amistad está rota si sentís celos o una superación despiadada. La constante necesidad de probarse a sí mismos el uno al otro es más agotadora que reconfortante.
Recuerda, las amistades están para fortalecer y animar, no antagonizar.
5.- Lo mejor de vosotros ya es historia
A veces, nos aferramos a amigos de toda la vida por lo vivido. Pero, ¿de qué sirve aferrarse a ello si la única parte positiva es el recuerdo de esa amistad en la infancia o en la pubertad? Ahora estás en el presente, donde tú, tu amigo y la vida pueden ser radicalmente distintos.
¡Lo último que tienes que hacer es aferrarte a relaciones de toda la vida por el hecho de la “antigüedad de esa amistad”!.
6. Ya no aportan nada positivo en tu vida
A veces simplemente tenemos que encender la alarma. Si alguien no hace nada más que derribarnos, debemos tener el amor propio suficiente como para pasar de esa persona. Los amigos deben ser una extensión natural de tu vida, al igual que tú para la de ellos.
Ya sea para animarse el uno al otro, apoyarse el uno al otro o incluso simplemente para reírse juntos. Todos contribuyen con algo diferente, ¡pero asegúrate de que sea positivo!
7.- Las situaciones negativas eclipsan a las positivas
Si lo malo ha comenzado a pesar más que lo bueno, es probable que vuestra amistad esté empezando a deteriorarse. Una amistad debe ser mutuamente beneficiosa y haceros pasar buenos ratos, no provocar situaciones emocionales complicadas.
Si bien una discusión es bastante común, tener problemas constantes es un fuerte indicador de incompatibilidad.
8. Está minando tu autoestima
Los verdaderos amigos proporcionan apoyo incondicional, especialmente en estos días tan complicados que corren. Siempre que uno tenga problemas, dificultades o dudas, los amigos se dan apoyo moral. Una de las cosas más importantes de las amistades es mejorar la autoestima de los demás.
Romper con un amigo nunca es fácil, pero si baja tu autoestima, no tienes confianza en él/ella o te hacen dudar de ti mismo, ¡es hora de decir, hasta aquí hemos llegado. Sin dudarlo!