7 efectos de cómo el ejercicio regular mejora el estado de ánimo y energía

¿Alguna vez te has levantado cansado, con mal humor, con sensación de pesadez o de estar apagado? Lo más probable es que la culpa la tengan tu estado de ánimo y tus niveles de energía. ¿Sabías que el core de tu cuerpo está hecho de pura energía? Así es, el core de tu persona es 100% energía. Por lo tanto, es muy importante dar prioridad a los niveles de tu energía, ya que regula todas las demás funciones del cuerpo, incluido el estado de ánimo. Y el ejercicio, te guste o no, es la actividad que te ayudará a conseguirlo.

En este artículo, aprenderás las siete maneras en que el ejercicio regular mejora tu estado de ánimo y tu energía.

Te cuento, el ritmo de vida que llevamos es el principal culpable de que bajen nuestros niveles de ánimo y energía. En un mundo en el que pasar mucho tiempo sentado se ha convertido en la nueva enfermedad, no es de extrañar que te sientas aletargado con regularidad. Dicho esto, si estás dispuesto a empezar a hacer ejercicio durante un mínimo de 20 minutos al día, descubrirás exactamente cómo tu vida puede dar un giro a mejor.

Ahora bien, el ejercicio no tiene por qué consistir necesariamente en hacer sprints cuesta arriba, correr un maratón o levantar pesas a lo bestia en el gimnasio. Aunque todas estas cosas son formas eficaces de mantenerse sano, los estudios han demostrado que un paseo a paso ligero y la realización de tareas domésticas con regularidad pueden lograrlo.

Cualquier cosa que te haga levantarte del sofá con regularidad es una estrategia ganadora. Y ahora veamos cómo el ejercicio regular mejora nuestro estado de ánimo y nuestra energía.

1. Reduce la depresión

La depresión es una afección inflamatoria y un trastorno del estado de ánimo, que puede provocar todo tipo de problemas físicos en el futuro. Afortunadamente, los estudios han demostrado que simplemente una hora de ejercicio de baja intensidad a la semana es suficiente para posiblemente prevenir futuros episodios depresivos.

Ahora bien, una hora es la parte más baja del espectro. Si aumentas la intensidad de moderado a vigorosa, como correr, o incrementas el tiempo que dedicas al ejercicio, aumentan tus probabilidades de mantener a raya la depresión.

¿Cómo alivia la depresión? Bueno, está demostrado que el ejercicio como correr es tan eficaz como los medicamentos antidepresivos.

¿Cómo? El ejercicio libera unas sustancias químicas “felices” llamadas endorfinas, que son el equivalente natural de la morfina. Al hacer ejercicio, el torrente de endorfinas suprime el dolor y mejora el estado de ánimo.

Es posible que hayas oído alguna vez el término del “subidón del corredor”. Pues bien, como las endorfinas enmascaran todo el dolor por el que puedan estar pasando tu mente y tu cuerpo, te deja con una sensación de euforia.

2. Mejora el sueño

Tanto si te cuesta dormir las horas suficientes por la noche, como si te despiertas sintiéndote inquieto o sufres de patrones de sueño interrumpidos, el ejercicio regular mejora tu estado de ánimo y tu energía, pero también mejora el ciclo vigilia-sueño de tu cuerpo.

Como puedes imaginar, el ejercicio requiere un esfuerzo físico considerable por parte del cuerpo, tanto mayor cuanto más intenso sea. Por lo tanto, una carrera o un entrenamiento de moderado a intenso puede dejarte lleno de energía durante un par de horas, ya que las endorfinas inundan tu organismo.

Pero a medida que nos esforzamos físicamente y nuestro cuerpo se cansa, también se envía una señal al organismo para que se repare y recargue durmiendo. El cuerpo no sólo puede enviar al cerebro la señal de que necesita dormir por la noche mediante la producción de melatonina, la sustancia química cerebral que induce el sueño, sino que la liberación regular de la tensión del estrés mediante el ejercicio también ayuda y favorece la liberación de esta hormona vital.

De hecho, en esta era tecnológica, el ejercicio regular puede contrarrestar los efectos de la supresión de melatonina como resultado del aumento de los niveles de estrés y del tiempo frente a la pantalla. Dicho esto, es importante vigilar la hora a la que se realizan determinados ejercicios.

Por ejemplo, si va a dar un paseo a paso ligero o a realizar tareas domésticas y otros ejercicios de baja intensidad, la hora del día no es necesariamente importante. Sin embargo, como regla general, si vas a correr o a entrenar en el gimnasio y haces ejercicio de moderado a intenso por la noche, el aumento de energía y endorfinas tras el ejercicio puede jugar en tu contra.

El ejercicio a altas horas de la noche puede alterar la liberación de melatonina en lugar de favorecerla, ya que el cuerpo permanece agitado y enérgico durante un rato después. Por lo tanto, intente hacer ejercicio por las mañanas para dormir mejor por la noche.

3. Mejora tu autoestima

¿Qué te parece mejorar tus niveles de confianza? ¿No te parecería estupendo creer que vales y que eres capaz de hacer cosas que antes ni te imaginabas? Así es, hacer ejercicio con regularidad puede recablear la percepción que tiene tu cerebro de la autoestima y aumentar tus creencias en tus propias capacidades.

El simple hecho de completar una sesión de ejercicio o una carrera puede hacerte sentir orgulloso y realizado a corto plazo. Ahora bien, a medida que empieces a sentir estos sentimientos con regularidad a través del ejercicio, tu cuerpo y tu mente empezarán rápidamente a reconocerlo como un hábito. Como todos los hábitos, el cuerpo y la mente empezarán a cambiar para adaptarse a los nuevos cambios que experimenta en su vida.

Puede que te lleve un par de meses hasta que tu nueva rutina de ejercicio semanal empiece a ser automática, es importante mantener la constancia y recuérdate a tí mismo las sensaciones de bienestar que experimentas después de cada entrenamiento. Una vez que el nuevo hábito se instale en tu sistema nervioso, empezarás a notar rápidamente un cambio positivo en tu autoestima, que puede repercutir en otras áreas de tu vida, y una de esas áreas importante de tu vida que vale la pena mencionar es tu dieta.

En términos generales, cuando te sientes bien y genial en tu cuerpo y tu mente, es más probable que quieras mantener esos sentimientos de bienestar y busques opciones de alimentos saludables. No te preocupes, tu cuerpo generalmente sabe lo que es mejor para ti. Cada persona responde mejor a diferentes opciones de alimentos saludables.

En general, cuanto más ligero te sientas, más energía irradiarás y mayor será tu sensación general de bienestar. Desde una posición de alta autoestima y respeto por ti mismo, controlarás mejor tus hábitos alimentarios y tomarás las decisiones que mejor se adapten a tu cuerpo.

4. Aumenta tu energía diaria

Como ya se ha mencionado, todo el cuerpo humano está compuesto de energía. Por lo tanto, no debería sorprendernos que el simple acto de mover el cuerpo pueda hacer lo suficiente para mover las energías estancadas y hacernos sentir más vivos. Sin embargo, el ejercicio regular puede hacer mucho más que mover las energías estancadas.

Sólo para darte una breve clase de biología, cada célula de tu cuerpo es responsable de crear la energía que experimentas a diario. Esto sucede porque cada una de tus células tiene pequeñas estructuras dentro de ellas llamadas mitocondrias. Son estas estructuras las responsables de generar la energía para cada una de tus células. De hecho, se las denomina la “central energética” de la célula.

¿Por qué es importante? Sin energía no hay vida.

Verás, cuando haces ejercicio regularmente cerca del agotamiento físico, tu cuerpo empezará a enviar señales a tus células de que necesitan generar más energía. Esto se hace indicando a las células que creen más mitocondrias. Cuantas más mitocondrias se generen, más oxígeno podrán absorber tus células para adaptarse a tu rutina de ejercicios y más potencia y energía empezarás a sentir a diario.

Si acumulas suficiente resistencia con el ejercicio regular, ¡puedes empezar a sentir que puedes correr una maratón entera!

Consejo extra: Las mitocondrias se alimentan de lo que comes. Por lo tanto, vigila lo que comes para obtener niveles óptimos de energía.

5. Mayor resistencia al estrés

El ejercicio regular no sólo reduce los niveles de cortisol en la sangre, sino que también puede aumentar nuestra tolerancia a los factores estresantes en nuestra vida.

Al hacer ejercicio, incluso a niveles bajos, los músculos liberan sustancias químicas que envían señales al cerebro para que se produzcan algunos cambios. Estas sustancias químicas, conocidas como mioquinas, no sólo reducen la ansiedad y la depresión, sino que mejoran el estado de ánimo y pueden hacer que el cerebro sea más resistente al estrés.

Esto puede ser muy beneficioso para ti si te agobias con facilidad. Cuanto más ejercicio haces, más mioquinas se liberan en el torrente sanguíneo. A medida que atraviesan la barrera hematoencefálica, más pueden influir en cambios estructurales duraderos en tu cerebro para mejor.

6. Mejor concentración y memoria

La liberación de endorfinas en tu organismo no sólo mejora tu estado de ánimo. ¿Alguna vez has notado lo concentrado que te siente después de hacer ejercicio?

Pues bien, el ejercicio regular puede, directa e indirectamente, mejorar tu funcionamiento cognitivo a largo plazo. Gracias a la mejora de los patrones de sueño y a la reducción de los niveles de estrés en el organismo, las capacidades mentales se agudizan, aumentando la capacidad de atención y la memoria a corto plazo.

En un mundo en el que nuestra capacidad de atención se acorta con los años gracias a la tecnología, el ejercicio puede ser el contrapeso perfecto. De hecho, los estudios demuestran que el ejercicio regular también puede fomentar directamente la producción y el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en el cerebro, lo que aumenta tu capacidad de pensamiento.

7. Conciencia superior

Sí, el ejercicio puede ser una meditación en sí mismo. Para todos los que pensáis que la meditación consiste en cantar mantras, no es así. En realidad se trata de conectarse con uno mismo, conectar la mente, el cuerpo y el espíritu. Cuando haces ejercicio, como salir a correr, te ves obligado a concentrarte en tu respiración. Si no lo haces, puedes cansarte fácilmente antes de tiempo y sufrir un pinchazo.

La meditación consiste, en parte, en concentrarse en la respiración. A medida que controlas la respiración de tu cuerpo, tu atención se desplaza de la mente al cuerpo. Sin saberlo, estás practicando la atención plena.

A medida que empieces a ser más consciente de tu respiración y del movimiento de tu cuerpo, con el tiempo también llegarás a experimentar la quietud de tu mente. Cuando tu mente está quieta, te permite experimentar mayores niveles de conciencia, que es el santo grial para sentirte mejor de ánimo y con más energía.

Los niveles más altos de conciencia no sólo aumentan tu energía, sino que también pueden dejarte sentimientos prolongados de felicidad, amor y alegría en tu vida. En otras palabras, conseguirás sentirte más vivo que ahora.

Resumiendo

Simplemente date cuenta de que hacer ejercicio con regularidad mejora tu estado de ánimo y tu energía, y convertirlo en un hábito permitirá que todo lo demás se haga solo.

Recuerda que la mejor inversión que puedes hacer en la vida eres tú mismo. Así que invierte hoy en tu yo del futuro para revivir de verdad y sentirte genial.

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