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Cuando estás enfadado, frustrado o decepcionado, es posible que no tengas ganas de hablar con nadie. A veces solo queremos que nos dejen solos. Y si alguien intenta hablar contigo, probablemente te muestres molesto.
Hacerse el loco o decir algo como “déjame en paz”, es una manera de reaccionar. Estas son reacciones naturales, pero podrías arrepentirte por haberte comportado así. Y por lo general, acabas acentuando el problema cuando no sabes cómo decir de un modo correcto como te sientes.
Las palabras inocentes se vuelven asesinas
Cuando las parejas pasan por un mal momento, les resulta difícil transmitir sus sentimientos de una manera correcta. No es solo lo que dices, sino también cómo lo dices. Incluso si no estás enfadado con tu pareja, es posible que, sin querer, adoptes un tono duro con tu pareja.
Esto es completamente comprensible. Cuando se trata de emociones negativas, es difícil controlar las expresiones y el tono de voz. Es como si dentro de ti, te esfuerzas por ser amable y realmente no tienes espacio para hablar con las personas, aunque solo estén tratando de ser cordiales contigo.
¿Qué ocurre con las parejas?
Puede liarse el tema y que se metan en un bucle del que no salgan y olvidarse de que ese comportamiento está fuera de lugar. El que se siente despreciado puede juzgar a su pareja y preguntarse: “¿Por qué me están haciendo esto?” Lo que antes era un problema para uno de los dos, ahora se ha convertido en una grave fallo de comunicación.
Cuando las parejas no aprenden a expresar como se sienten de manera constructiva, pueden hacer que el otro no se sienta querido. Si un miembro de la pareja no quiere hablar sobre sus sentimientos, el otro puede suponer que eso significa que ni le aprecias ni le valoras. Las palabras pueden ser como dagas. Si uno dice cosas hirientes, el otro puede dudar del camino que lleva la relación.
Hablar no es la única salida
En los momentos difíciles, es fundamental que las parejas se den cuenta de cuándo tienen problemas para no estar mal. Y, hay otras formas de explicar que perturba la convivencia sin lastimar a tu pareja. Escribir una carta es una gran opción.
Podrías pensar que un whatsapp sería suficiente, pero no funcionará en esta situación. Los whatsapp son demasiado informales y casi no requieren esfuerzo. También es difícil dar el tono apropiado a un whatsapp.
Sin embargo, escribir una carta demuestra que valoras la relación y quieres hacer un esfuerzo por comunicarte de manera cariñosa. Hay dos maneras de hacerlo:
- Una carta para contarle lo que piensas y cuales son tus sentimientos.
- Otra carta en la que le haces ver como quieres que te responda.
Después de escribir la carta, es posible que ya no sientas la necesidad de hablar sobre el tema. La primera carta es una herramienta para ayudarte a poner en orden tus ideas y emociones. Después de haberlas escrito, es posible que te sientas mejor.
La carta de respuesta es lo que te gustaría que tu pareja te dijese después de saber como te sientes.
Después de haber escrito ambas cartas, compártelas con tu pareja. Escribir estas dos cartas no solo le permite a tu pareja saber cómo te sientes, sino que también le dices lo que necesitas para sentirte mejor. Si no le dices a tu pareja lo que necesitas, no sabrá cómo ayudarte.
Dilo siempre, aunque parezca difícil
Callarte las cosas es la forma segura de crear tensión en una relación, pero comunicar de malas maneras como te sientes también es dañino. En lugar de frustrarte con tu pareja cuando intenta ayudarte, usa el método de escribir cartas para expresar como te sientes y enséñale a cómo consolarte.
Al escribir tus sentimientos, notarás que la tensión baja y sentirás que te han escuchado. Podrás comunicarte de una manera cariñosa en lugar de alejar a las personas que más te quieren.
