¿Te gustaría poder aprender más rápido?
Ya sea porque estés aprendiendo inglés, un nuevo instrumento musical, o un deporte nuevo, a todos nos vendría bien aprender rápido. Pero el problema es que no podemos sacar tanto tiempo al día.
La clave para aprender más rápido no sólo está en meter más horas, sino en maximizar la eficacia del aprendizaje.
La analogía del agua y el cubo
Digamos que vas a llenar un cubo con agua. La mayoría de los cubos no tienen ningún problema para retener el agua en el interior. Sólo hay que preocuparse de cuando empieza a rebosar.
Nuestros cerebros no funcionan así. De hecho, la mayor parte de la información que entra en nuestro cerebro se olvida con el tiempo. En lugar de mirar a la memoria de nuestro cerebro como un cubo que lo retiene todo, hay que tratarlo como lo que es: un cubo con fugas.
Mientras que la analogía del cubo agujereado puede sonar como una connotación negativa, es sin embargo algo perfectamente normal. A menos que tengas una memoria fotográfica, nuestro cerebro no fue diseñados para recordar todos los hechos, ni toda la información o las experiencia que tenemos a lo largo de nuestra vida.
¿Cómo recordar el 90% de todo lo que aprendemos?
Como muestra el estudio, las personas recuerdan:
– El 5% de lo que aprenden cuando han ido a una conferencia (es decir, clases de la universidad / colegio).
– El 10% de lo que aprendemos cuando lo hemos leído. Es decir, libros, artículos…
– EL 20% de lo que aprendemos procedente de una fuente audiovisual (es decir, aplicaciones, vídeos).
– El 30% de lo que aprendemos cuando vemos una demostración.
– El 50% de lo que aprendemos cuando participamos en una discusión en grupo.
– EL 75% de lo que aprendemos cuando practicamos lo aprendido.
– EL 90% de lo que aprendemos cuando se utiliza de inmediato (o lo enseñamos a otros).
Sin embargo, ¿por qué la mayoría de nosotros conseguimos aprender?
Libros, clases, videos, métodos de aprendizaje no interactivos que al final se traduce en que un 80-95% de la información que entra por un oído y sale por el otro.
La clave del asunto es que en lugar de forzar a nuestro cerebro sobre cómo recordar más información con métodos “pasivos”, debemos centrar nuestro tiempo, energía y recursos en los llamados métodos “participativos” que han demostrado dar resultados más eficaces en menos tiempo.
Por lo tanto…
Si quieres aprender a hablar un idioma, debes centrarte en hablar con nativos y conseguirás la llamada realimentación inmediata.
Si quieres aprender un nuevo instrumento musical, da clases particulares y practica cuando llegues a casa.
Al final, todo se reduce a esto …
¿Tiempo o dinero?
¿Cuántas veces has oído a alguien decir? “No tengo tiempo para hacer X …” Empezando por mi mismo
Pero el tiempo es el más importante de todos los parámetros. No importa lo que somos, donde estamos en el mundo, o lo mucho que nos esforzamos para ser eficientes, sólo hay 24 horas en un día. Cada minuto es único, y una vez que se ha ido, nunca se puede recuperar, a diferencia del dinero.
Así que si disponemos de 24 horas, ¿cómo explicamos los casos de éxito de jóvenes millonarios que comenzaron de la nada, o el de un estudiante que a plena dedicación aprende inglés en 3 meses y medio? Tienen en común una cosa, aprendieron cómo maximizar la eficacia en lugar de sólo la eficiencia. Un ejemplo de ello es Timothy Ferries y su libro la semana laboral de 4 horas.
Digamos que la persona A dedicó una hora a aprender un idioma y retiene el 90% de lo que ha aprendido. Y la persona B dedicó nueve horas estudiando y retuvo el 10% de lo que aprendió. Haciendo un simple cálculo, la persona B dedicó 9 vez más tiempo al aprendizaje que la persona A, que sólo para retener la misma cantidad de información. Anxo Péres Rodríguez nos asegura que es posible aprender chino en sólo 8 meses con su metodología, y sino, te devuelve el dinero.
Si bien las cifras exactas se pueden debatir, la lección que se saca es clara. La manera de tener más tiempo no es tener pequeñas victorias, como ver a 5 minutos tutoriales de YouTube y listo. La clave está en cómo elegir el método más eficaz desde el principio. Acertar en la elección del método puede ahorrarnos meses de aprendizaje.
Se trata de sacar el máximo provecho al tiempo limitado que tenemos, centrándose en las soluciones que ofrecen mayor impacto, y decir no a todo lo demás.
La capacidad de retener más conocimiento en esta época en la que hay un sinnúmero de distracciones es una poderosa habilidad para alcanzar cualquier meta que nos propongamos.
Al aprender cómo recordar más información cada día, podemos dedicar menos tiempo a volver a re-aprender lo aprendido, y centrarnos en aprender nuevos conocimientos.
Todos andamos escasos de tiempo, y hoy en día es el más joven pueda llegar a ser. La pregunta es: ¿cómo emplear el tiempo mejor?
¿Te ha gustado este post? Compártelo por favor en facebook. Gracias!