Empujados o no por determinadas circunstancias que pueden ser puntuales o no, nos volvemos insoportables o simplemente unos capullos de por vida.
El comportamiento o las “malas artes” de algunos/as hacen que tengamos de esta gente una visión de indeseables o bocazas, o simplemente de alguien con el que no se quiere estar o ni si siquiera ver.
No todo el mundo se esfuerza por ser una persona afable y no todo el mundo ha tenido un amigo para pararte los pies a tiempo. Aquí hay algunas de estas características tóxicas que enumero a continuación y que pueden haber hecho de ti un capullo/a sin darte cuenta. Si te ves reflejado en alguna de ellas, ya sabes, nunca es tarde para cambiar…más vale tarde que nunca.
1) Ves a tus amigos/as como enemigos o rivales
Este tipo de personas tienen a menudo peleas y piques con sus amigos/as. En lugar de alegrarse porque a sus amigos les vaya bien hacen lo posible porque queden por debajo o no se acerquen a aquello que les puede interesar a ellos también. Tus amigos/as no son tus enemigos/rivales. Son tu apoyo.
2) Estás siempre compitiendo
¿Eres de esas personas que tienes que ser mejor que los demás, ganar más, hacer más? Si es así, eres un insoportable. Hay que preocuparse por ser más solidario con tus amigos, y dejar que tengan “su momento”. Si uno de ellos va y te dice “por fin he conseguido correr 5 km”, no digas: “Eso no es nada! Yo hago 10 km para mantener la forma” y dí: “Cojo…! Ves como sí puedes!”.
3) Te has vuelto manipulador/a
Esta gente habla contando verdades a medias o sonsacando cosas para contarlas después a otros/as desde el punto de vista que a ellos les interesa. Además, se sienten molestos con determinadas preguntas pero sin embargo ellos pueden preguntar lo que quieran o mal meten porque consideran que han tocado su ego. En este punto podemos meter también a despechados/as que actúan de igual modo.
4) Te preocupas mucho por tu aspecto físico
No quiero decir con esto que haya que volverse un dejado, o que la gente que es coqueta o presumida sean peores personas, ni mucho menos! Pero si vives, para y por, ser un escaparate, vas por el mal camino. Si te das cuenta y reaccionas, vivirás además más relajado/a.
5) Te crees importante para los demás
Cuando constantemente te preguntas por qué los demás no te ven tan importante como te crees o cómo deberían, es que eres un capullo/a. Por ejemplo, dos de tus amigos/as hicieron un plan sin contar contigo – a ellos/as les da igual – pero a ti no. Supéralo. Siguen siendo tus amigos. La vida no se detiene para ellos cuando tú no estás.
6) Te crees el jefe
Cada uno tiene su idea de dónde ir a tomar unas cañas, o hacer un plan. Si eres de esas personas que te gusta decidir constantemente dónde hay que ir, influyes en las decisiones de los demás o tratas de controlar lo que deben de hacer, más vale que cambies.
7) Eres egocentrista
Mucha gente no se da cuenta de esto. Se centran únicamente en sí mismos, hablan sólo de si mismos, y muchas veces no les importa ni lo más mínimo lo que comenta la gente que está a su alrededor.
¿Qué crees, que eres el único que importas? Si éste es tu caso, es el momento de que le des una pensada. Nadie quiere tener un amigo que sólo se preocupa de sí mismo.
8) Estás perdiendo las formas
Si con frecuencia te muestras como un mal educado, ofendes o avergüenzas a tus amigos con comentarios inapropiados, háztelo mirar. Habrá muchas ocasiones en las que no estés de acuerdo con alguien, o verás algo que no te gusta, pero eso no te da derecho a ridiculizar a una persona. Si alguien no ve las cosas desde tu mismo punto de vista, reflexiona antes de hablar como si fueses un “bocachanclas”.
9) Fallas en los momentos de la verdad
¿Estás ahí cuando tus amigos te llaman para pedirte ayuda o te necesitan? Si te escaqueas o pasas en los momentos clave no es casualidad que la gente acabe pasando de ti. Y si por ende, te pasas todo el día pidiendo ayuda y nunca apareces o no das la cara por esos mismos de los que tanto esperas o les pides ayuda, poco hay que decir. Recuerda, hoy por ti y mañana por mi y hazlo encantado, no esperando nada a cambio.
10) Eres negativo/a
Gente que va casi siempre además con el gesto torcido. Agota la gente que es así. Genera muy mal rollo y afecta a tu pareja que posiblemente acabe dejándote.
Si eres de esas personas que ves siempre el vaso medio vacío y estás continuamente con esa cara de “me pesa la vida” sin justificación alguna, cambia de actitud y no te conviertas en un/a patético/a rebelde sin causa.
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