Acumulamos cosas y cosas sin darnos cuenta y no somos conscientes en muchas ocasiones. Compramos chorradas y ahí siguen acumulándose. Otras veces no es así y tenemos juguetes de los niños que ya no usan, ropa que se ha pasado de moda, libros que los leímos y ya no queremos o cosas con las que tenemos algún vínculo emocional, como por ejemplo un radio casete.
Tendemos a guardarlas porque creemos que algún día estas cosas nos pueden volver a ser útiles o revalorizarán. Bueno, esto es verdad hasta cierto punto. Estas cosas, especialmente aquellas que tienen un valor sentimental, no son basura. Pero la cuestión es si estas cosas son útiles para nosotros.
La mayoría de las personas se encuentra con estos tres problemas cuando intenta determinar la utilidad de estos objetos:
1.- Exagerar o sobre estimar su necesidad en el futuro.
2.- Subestimar el coste y el espacio que ocupa.
3.- Ignorar el coste de almacenamiento.
Pero tenemos la solución y es la fórmula de simplificar y refrescar tu casa (SRC):
– Reciente (R): “¿Cuándo fue la última vez que usé esto?”
– Frecuencia (F): “¿Con qué frecuencia uso esto?”
– Coste de adquisición (CA): “¿Es tan difícil/costoso tener esto?”
– Coste de almacenamiento(C.ALM): “¿Cuánto espacio y coste de mantenimiento tiene?”
– Recuperar coste (RC)- “¿Qué costes están asociados con recuperarlo, o se está quedando anticuado?”
Mientras te haces estas preguntas, hazte esta ecuación:
R (Bajo) + F (Bajo) + CA (Bajo) + C.ALM (Alto) + RC (Alto) = No merece la pena
Por ejemplo, un escenario típico de simplificar y refrescar tu casa (SRC) para muchas familias es la ropa es así:
– Reciente: “La última vez que me puse esto fue hace más de dos años”.
– Frecuencia: “Incluso por aquel entonces, no me lo ponía mucho”.
– Coste de adquisición: “Podría pedir algo parecido por internet en cinco minutos”.
– Coste de almacenamiento: “Este y otros artículos similares ocupan 3/4 de mi armario”.
– Recuperar Coste: “Hace tan sólo dos años, también …”
En un caso así, deshazte de la ropa. No tiene ni valor, ni utilidad en el futuro.
Si hay un vínculo emocional (por ejemplo, un regalo de alguien que te importa), intenta recordar esto: el hecho de que se acordase de ti y te hiciese el regalo, ya logró su objetivo en sí. Unos años después, es solo ropa que ocupa espacio. Eso no cambia la conexión con el regalo o la persona que te lo regaló.
Si bien la fórmula de arriba (SRC) puede ayudarte a deshacerte de las cosas que ya has acumulado y ayudarte a decidir si debes quedártelo, por otro lado siempre pensamos en seguir comprando otras cosas. Salimos a la calle y se nos plantea ese dilema de cuando realmente necesitamos algo o simplemente es un capricho de 2/3 usos.
Para combatir esta “neura”, espera una semana antes de realizar la compra. Durante esa semana, piensa en la ecuación y en el grado relativo de deseo y necesidad. Si decides comprarlo, deshazte de algo que haya en tu casa. Una entrada por una salida es una regla muy sencilla de llevar a cabo en este caso.
El valor real de la fórmula de simplificar y refrescar es algo más que ahorrar dinero y espacio. También te agota menos mentalmente.
Implicamos mucha energía mental en la organización y limpieza de ropa y cosas viejas, e incluso en aquellas que lo serán en breve.
También en ignorar o pasar por alto en lo que tienes que hacer o quitar de en medio, que es una táctica muy común de los desordenados. Piensa en esto: si te doy un papel blanco con un punto negro grande y te digo “no pienses en el punto”, tendrás que esforzarte para no pensar en ese punto negro. Te cuesta mucho tratar de no pensar en el punto.
Es lo mismo que poner tu casa en orden. Sabes que el desorden está ahí. Sabes que necesitas quitarte de en medio cosas (simplificar y refrescar tu casa). Pero sigues encontrando esa excusa para ignorarlo, pasar del tema o dejarlo, y eso en realidad está reduciendo tu atención y prioridad lejos de donde debería de estar.
La mejor manera de volver a enfocarte en lo que te importa y reducir las distracciones es aplicando repetidamente la fórmula de arriba, tendrás una casa llena de:
1.- cosas que te gustan
2.- cosas que son valiosas para ti.
Esa es una gran victoria en el juego de simplificar y refrescar tu casa.