La primera pregunta que me hago es, ¿qué hace que una persona sea inteligente? ¿La cantidad de información que uno puede memorizar? ¿qué tenga un coeficiente intelectual que esté por encima de la media? Yo creo que una persona inteligente es aquella que está a la altura de las circunstancias en los momentos delicados.
O tal vez sea la capacidad de tomar la decisión correcta teniendo en cuenta muchos factores antes de decidir el futuro de una acción. Es probablemente también una buena combinación de las características anteriormente mencionadas.
Si alguien es inteligente y llega lejos en la vida (profesional o sentimentalmente), es difícil determinar qué le ha llevado a ese éxito y a su bienestar. Creo que es mucho más fácil darse cuenta de lo que la gente inteligente no hace, y llegar a una conclusión en cuanto a lo que hay que evitar. Eludiendo estas cosas negativas, el resto vendrá de una forma natural.
1) No son víctimas de su pasado
No podemos borrar el pasado y tenemos que aprender a lidiar con él para que no interfiera en nuestro futuro. Si no puedes sacar nada bueno de tus anteriores malas experiencias, olvídalas para siempre.
Las experiencias del pasado determinan lo que somos hoy, y nuestras batallas anteriores pueden construirnos un carácter fuerte, pero la gente tiende a utilizar su pasado para justificar sus errores o comportamientos. Tal vez utilizamos y usamos estas excusas para ganarnos la comprensión de los demás, o para que sea más fácil perdonarnos a nosotros mismos.
Sin embargo, si reconoces tus defectos, pero te niegas a hacer algo al respecto sólo porque tienes una excusa, entonces ha elegido el camino más fácil, y eso no es lo que hacen las personas inteligentes.
2) No confían en exceso en la gente
No hay nada malo en confiar en tus amigos, familiares o compañeros de trabajo. De hecho, todo el mundo debería tener su confidente particular. Sin embargo, confiar en exceso en alguien, sólo te retrata como impotente.
Puedes tener una mente brillante, una gran inteligencia…pero si no haces buen uso de ellas, entonces solo vas a parecer un mediocre. Cuando necesites ayuda, piénsatelo dos veces y mira si tu problema es tan difícil de solucionar. En un gran número de casos, es el miedo y la inseguridad lo que nos impide actuar.
3) Cuando lo pasan bien, saben hasta dónde deben llegar
Esto no significa que la gente inteligente sea aburrida o que no se tomen una copa y se echen unas risas, si no a comportarse con responsabilidad.
Casi todo el mundo se da cuenta de que ser un irresponsable nos lleva a malas experiencias, y las personas inteligentes simplemente son conscientes de esos inconvenientes.
4) Se replantean sus convicciones sin miedo a decepcionarse
Nuestro entorno, nuestros padres, nuestra educación y nuestro pasado son los responsables de forjar nuestras convicciones y nuestra percepción del mundo.
Las convicciones que adquirimos a lo largo de la vida no están mal en sí, pero no son incompatibles con el hecho de afrontar nuevas experiencias, buscar respuestas y replantearse las cosas. Si por ejemplo, te mudas y cambias de entorno, es probable presenciar diferentes patrones de comportamiento, simplemente porque la educación, o la falta de educación se hacen notar.
Tarde o temprano, nuestras convicciones se encuentran en el punto de mira y, a veces van a estar en lo cierto y otras no. La gente inteligente desafía constantemente sus convicciones; no las descartan. Las remodelan, y permiten que crezcan proporcionalmente junto a sus nuevas experiencias. No dejes de abrir tu mente porque siempre puedes aprender algo.
5) Sus errores no les paralizan
Me refiero a cuando una empresa o un persona hace algo y no obtiene el resultado esperado. No es raro tener una gran idea y pensar que hemos dado en el clavo. Puedo pensar que este artículo es brillante pero si la gente no lo comparte en facebook o twitter no será tan bueno. Esto es algo que sucede continuamente a empresas y autónomos, nos guste o no.
Cuando estés haciendo algo destinado a ser atractivo para el público, y al final fracasas, no te queda otra que volver a empezar desde cero. Si quieres impresionar, escucha a tu público, no intentes “reparar el producto”, o poner excusas intentando demostrar que tu idea era genial.
Actuar así solo te restará credibilidad y cuando tengas otra buena idea, la gente ya no se molestará en prestarte atención. Esto no te hará sentir ni más débil ni más bobo. Hay que saber cuando dejar de insistir.
6) Intentan ahorrar dinero
Ser prudente con el dinero es una virtud y no debe confundirse con la codicia o la avaricia. Ser capaz de manejar tu economía y ahorrar, evitando gastos innecesarios, es una gran cualidad.
Estos gastos aparentemente sin sentido se pueden evitar fácilmente, y la cantidad de dinero que se puede ahorrar puede equivaler a algo bastante significativo. Tal es el caso de las comisiones de los bancos con nuestras cuentas, la abultada diferencia de precio que hay entre las aseguradoras en el seguro del coche, la moto…
7) No creen en la suerte para resolver sus problemas
Prepárate para lo mejor y para lo peor. Tener esperanza en que todo salga bien es lo que nos motiva pero también hay que estar preparado cuando vienen mal dadas.
A la suerte sólo debe de atribuírsele un pequeño fragmento del éxito y confiar con demasiado frecuencia en ella sólo nos lleva a no ser realistas. La gente inteligente trabaja duro y no deja que sea la suerte sea quien tenga la última palabra.
8) Cuidan los detalles
No puedes caer en el error de que por el hecho de tener un producto de calidad tienes asegurado el éxito. Los detalles dan credibilidad e implican un esfuerzo por parte nuestra. Tenlos presentes porque es lo que marca la diferencia.
9) Aprenden de sus errores
Cometer errores es inevitable. Tarde o temprano algo sale mal. No siempre se puede tener todo controlado, y es casi imposible tener la visión de todo.
Los errores están ahí, para recordarnos nuestros defectos. Los errores pueden enseñarnos mucho sobre la vida y nosotros mismos, pero sólo si se lo permitimos.
Aprender de tus errores significa encontrar lo que vale la pena para solventar una mala experiencia, darse cuenta de lo que salió mal y encontrar una manera de evitarlo en el futuro. La gente inteligente reacciona y cambia las cosas.
La gente arrogante busca excusas, y opta por creer ciegamente en su juicio sin ninguna retrospectiva. No sólo este tipo de comportamiento dificulta tu éxito el día de mañana, sino que también lleva a la gente y a tus seguidores, lejos de ti.
10) No abandonan sus ideas sólo porque haya gente que no las apoya
Hemos comentado que hay que saber cuando rendirse y cuando comenzar de nuevo y que ser demasiado terco no lleva a nada bueno. Pues bien, una persona inteligente sabe hasta dónde debe de presionar y empujar y mantenerse firme cuando la situación da un giro a peor.
Hay una gran diferencia entre alguien que le da una oportunidad a tu idea y al final no lo ve claro, y otra, que es no darle ninguna opción a tu idea desde el inicio. Todos tenemos que ser conscientes con críticas constructivas del hecho de aceptar por qué nuestros productos o servicios no son tan buenos como pensábamos.
Si alguien descarta nuestra idea en base a una corazonada, no le hagas caso. Lucha porque salga a adelante. Hay gente que se siente atrapada por su experiencia y sólo es un obstáculo. Incluso, si la primera persona con la que hablas le seduce tu idea, sigue tanteando a otros.
11) No hacen declaraciones radicales ya que eso perjudica en su futuro
Las acciones hablan más que las palabras. No te dejes llevar para no hacerte esclavo de tus palabras. Puedes llamar la atención por un momento pero te hará perder credibilidad en un futuro.
La credibilidad se pierde rápido y es difícil de conseguir. El camino se hace andando; deja que tu camino hable por ti.
12) No toman riesgos innecesarios
A todos se nos presenta un momento en la vida en el cual podemos asumir un riesgo para poder ganar más dinero. Si eres una persona que le va la marcha, no está mal.
Ser inteligente y calculador muy a menudo es una contradicción con este planteamiento, ya que no se entiende que no se enfrentan a riesgos, pero lo que hacen realmente es limitarse a tomar aquellos riesgos que son necesarios.
13) No tienen excesivos enemigos
Independientemente de que seas un ejecutivo o un empresario, es muy probable que te encuentres con muchos enemigos. Es importante definir la diferencia entre enemigos creados por las circunstancias, y enemigos creados por lo que hemos hecho. Discutir continuamente con esta gente no nos lleva a ninguna parte, por eso es mejor asentir o decir que no estamos de acuerdo y finalizar la discusión. Esto es comportarse de una manera inteligente.
14) No ponen todos los huevos en la misma cesta
No inviertas todo tu esfuerzo en una sola idea. Hay que tener siempre tiene planes y alternativas. Es fácil que algo salga mal ya que es muy difícil controlar todas las variables. Esto no implica que te eches atrás cuando las cosas no salen como estaban previstas. Sigue luchando pero teniendo en contemplando varia soluciones.
15) No se engañan a sí mismos pensando que va a ser fácil
Saben que la vida no es fácil. Te sentirás frustrado en más de una ocasión. La gente inteligente sabe cómo levantarse y empezar de nuevo. Confían en sus posibilidades y no esperan a que las cosas caigan del cielo. Incluso cuando las cosas salen de un modo fácil no bajan la guardia; puede ser la calma antes de la tormenta.
A la gente inteligente le gustan los desafíos y la emoción de superar obstáculos. Tomarse un descanso de vez en cuando es gratificante, pero afrontar nuevos problemas y retos, les da la vida.
16) El éxito no se les sube a la cabeza
No es raro que el éxito lleve “a que te lo creas” y a partir de ahí no tengas en cuenta la opinión de los demás. Y no sólo eso, sino que además la menosprecies y no tengas nunca en consideración una buena iniciativa por el simple hecho de que la otra piensa de una manera distinta.
La gente inteligente se basa en sus razonamientos y no dejan que su orgullo interfiera en el buen que hacer de otros.
17) Saben cuando hay que desconectar
La capacidad de trabajo es muy loable pero si no sabemos marcar un límite, puede convertirse en algo poco saludable.
En primer lugar, es probable que te encuentres agotado continuamente, sintiéndote estresado y de mal humor y esto tiene un impacto negativo en nuestra salud y entorno (familia, amigos). El deseo insaciable de progresar en un campo en particular puede hacerte perder la perspectiva de la vida. Y lo que es peor, puedes quedarte solo.
En segundo lugar, nuestra mente tiene también sus límites, y estar muy a menudo pensando activamente sobre un problema no nos lleva a ninguna parte. Necesitamos saber cuando estamos estancados y darnos un descanso para despejarnos. El deporte es una buena solución. En otras palabras, necesitamos que el subconsciente tome las riendas y esperar a ver que pasa.
Te sorprendería saber, cuantas ideas y soluciones buenas te llegan cuando desconectas.
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