Blog de hábitos saludables Hábitos saludables para mejorar tu vida
Las relaciones sanas implican sinceridad, mientras que las relaciones no saludables o enfermizas implican manipulación. ¿Crees que esa persona te quiere de verdad? Antes incluso de tener una relación seria, sería conveniente que analizases si lo que tienes vale la pena.
El que dice que ama incluso puede ser víctima de sus propios sentimientos o deseos, estar confundido por sí mismo. Así que, es bueno hacer un análisis a fondo antes de tomar esta importante decisión en un área de nuestra vida que es súper sensible.
1) Dar de verdad y no esperar nada a cambio
Una relación sana da sin esperar nada a cambio. Da libremente. Uno puede acertadamente llamar a esto un verdadero regalo. Una relación no saludable, da con el fin de obtener algo a cambio. En una relación sana, la confianza es la fuerza principal. Tanto por una razón o como por otra, os cubrís siempre las espaldas.
Si lo que tienes es verdadero amor, los dos estáis dispuestos a decir al otro: “Me siento pleno/a” Confiáis el uno en el otro. Puedes relajarte y no mal preocuparte por la relación, porque sabes que tu pareja nunca te traicionará. Por el contrario, una relación enfermiza rara vez se da sin esperar un “retorno de la inversión”; siempre hay un precio a pagar por algo que se le da.
2) Aceptar y no cambiar a la otra persona
Una relación sana implica la aceptación de la otra persona, de todo corazón. Currátelo para descubrir quién es la otra persona realmente, para que puedas querer a esa persona con todo lo abarca.
Una relación no saludable, en cambio, busca cambiar el extremo opuesto de la relación. Se quiere a la otra persona para cumplir deseos y necesidades. Es el tipo de relación en la que controla es el objetivo principal, y se controla con el fin de obtener la satisfacción que busca.
3) Anhelo verdadero vs presionar a tu pareja
Una relación nada recomendable utiliza la culpabilidad para conseguir lo que quiere. Le hace sentirse culpable. De esa manera, se pueden exigir cosas que quiere de ti. En este tipo de relación que no se da libremente. Se da porque es necesario.
En una relación sana, se da porque realmente se desea tener cuidado de las necesidades de tu pareja. Tienes un auténtico deseo de satisfacer a tu pareja.
4) Largar vs protección de la privacidad
En una relación sana, se cubre las debilidades de tu pareja. Tratas a los temas delicados de tu pareja como asuntos sagrados, no deben ser divulgados por cualquier motivo y por supuesto para nadie.
En este caso, los aspectos privados se crean deliberadamente con el fin de fortalecer la relación; no para revelar detalles privados a cualquier persona, incluso si son familiares o íntimos amigos.
Lo que se comparte como pareja es sólo para vosotros dos. Trata a esos momentos y detalles como el gobierno trata los documentos clasificados. Tratas como un tesoro lo que cada uno aporta la relación. En un amor contaminado, los aspectos negativos de uno se convierten en una fuente de bromas desagradables, incluso en momentos íntimos.
5) Venganza vs conocer al otro
Las discusiones y las peleas entre enamorados son una forma de fortalecer una relación. ¿Cómo? Te pueden ayudar a conocer a la otra persona más íntimamente, sabes lo que le duele y por lo tanto ése es un terreno que no debes de volver a pisar.
Al conocer a tu pareja, sabrás sobre cómo ganarte de nuevo su confianza. Comparando ambas cosas, una relación nada recomendable es vengativa y las discusiones originarán rechazo, culpa, o incluso opresión.
6) Sueños egocentristas vs compartidos
El verdadero amor transforma a dos individuos en una sola unión. Al formar una relación, hacen que los sueños vayan de la mano, y el fruto de ello y su consecuencia, es la creación de metas que unen y que tienen por objetivo el bienestar.
Una relación nada recomendable, por el contrario, exige que renuncies a tus sueños personales. No te ayudará a hacerlos una realidad; este tipo de relación no da, sino que roba.
