En el mundo de la perfumería, la palabra MUSK es una palabra mágica. Es una esencia de origen animal, un olor cálido, dulce y que perdura en el tiempo. Originalmente, la esencia era extraída de las glándulas de los ciervos de Tíbet, China y Nepal. Este aroma provoca la atracción sexual en las hembras y es por ello considerado como un perfume erótico. El extracto de origen animal ha sido actualmente sustituido por sus derivados sintéticos, con el fin de evitar la extinción del ciervo, sin por ello afectar a la calidad del perfume. Pese a todo, los orígenes del musk siguen rodeados de mitos y leyendas.
Al final de los años 60, aires de cambio soplaron a lo largo y ancho del mundo. Los jóvenes comenzaron a levantarse frente a las reglas de las generaciones anteriores. La música cambió, las costumbres cambiaron, la moda cambió. Las nuevas generaciones, empezando desde Estados Unidos e Inglaterra, abrazaron filosofías orientales en búsqueda de formas de vida más sencillas y naturales. Este nuevo estilo de vida se reflejó también en las fragancias. Las nuevas generaciones ya no querían las fragancias sofisticadas de sus padres, sino fragancias sencillas cuyas raíces se basaban en la cultura oriental.
La mitología
La Medicina Oriental en China, India, Arabia y Japón atribuye muchas propiedades al Musk natural. Los efectos afrodisíacos de la misma han sido los más enfatizados en el sector de la perfumería.
La leyenda del Musk reside en la mitología Hindú. El demonio Pulaka, después de haber sufrido un largo y estricto castigo bajo el aspecto de un antílope, recibió como recompensa de Shiva la capacidad de emanar un perfume muy intenso.
A partir de este momento, Pulaka, gracias a su maravilloso perfume, comenzó a seducir a las mujeres de los dioses, rompiendo así las reglas religiosas y morales. Shiva le ordenó entonces abandonar su cuerpo demoníaco pero le concedió permiso para conservar el perfume que actualmente se conoce como MUSK.
Este nombre “musk” proviene del sánscrito “mrgamada”, y significa “Esencia amorosa de antílope”.
La emperatriz Josefina, esposa de Napoleon, adoraba los perfumes y especialmente el Musk, y lo usaba abundantemente para seducir a su esposo pese a las numerosas protestas de éste. Josefina pertenecía a un grupo de jóvenes vanguardistas llamados “Les Muscadins” por su pasión por el musk.