El polen es la semilla que fecunda a las flores y es
parecida al espermatozoo humano, de ahí que tiene grandes
efectos en la sexualidad masculina.
Esta parte de la planta contiene diversas vitaminas,
minerales, oligoelementos, azúcares, grasas instauradas,
esteroles vegetales similares a las hormonas, RNA, y factores
antibióticos, es decir todo lo necesario para generar vida.
La manera más utilizada para ingerirlo es masticado y en
ayunas. Así se le quita la película que protege los granos. El
período de duración del tratamiento es de quince días; y luego
se descansan otras dos semanas, para retomarlo después. Esto
se debe a que cuando se descansa, hay un efecto rebote que
hace que se produzcan más hormonas, así como el hecho de que
genere una regeneración.
Sus efectos son más evidentes en los hombres. Al cabo de
una semana, el cuerpo masculino estará produciendo mayor
cantidad de esperma y su respectiva capacidad de reponerlo.
Debido a que es energizante, se notará un aumento en el deseo
sexual y en la líbido, por lo que es altamente afrodisíaco.
Sus propiedades curativas son muchas e incluyen el alivio
de infecciones en las vías respiratorias, de alergias
primaverales, cura la hipertrofia prostática (lo que ayuda al
comportamiento sexual de los hombres maduros), es
antidepresivo y mejora la vista.
No tiene efectos secundarios por lo que se puede tomar por
perennemente, sea como afrodisíaco o como suplemento
vitamínico. En personas con sensibilidad e hirritabilidad
digestiva, puede causar una pequeña intolerancia.
Así que ya lo sabes, si a tu pareja le falta entusiasmo,
incluye en su dieta el polen, para que se vuelva el amante que
siempre has querido tener.