Como todos sabemos, la vida puede ser dura. Eres sensible y puedes notar como se sienten las personas que te rodean. Has sido bendecido o maldecido con esta extraña habilidad de poder sentir lo que sienten los demás. Sientes que tu percepción extrasensorial te brinda más información sobre tu entorno. Estás interesado en lo que otras personas sienten por ti. ¿Es mejor ser fuerte mentalmente o emocionalmente fuerte? Quizás la fuerza emocional sea un requisito previo para la fortaleza mental. Las emociones tocan una nota evocadora dentro de ti, una que no podrías controlar sin fuerza mental.
Lloras, te secas las lágrimas y actúas.
Algunos pueden creer que es mejor no dejarse llevar por los sentimientos y tragar, pero la realidad indica que es malo para nuestra salud. Llorar cuando estás angustiado es un signo de fuerza, autenticidad y sintonía contigo mismo. Y es mucho más dañino dejar que las lágrimas se acumulen y de repente pagarlo con la persona equivocada.
No te debe de importar lo que piense la gente porque llorar es necesario. La liberación emocional de llorar deja volar libremente las emociones negativas. Las personas que lloran saben que las emociones pueden jugarte una mala pasada si las contienes. Nos ayudan a liberar espacio emocional y mental.
Puede que tengas mal pronto, pero lo conviertes en positividad.
¿Qué significa esto realmente? Las personas emocionales deben tener más fuerza mental que las que no lo son. Tu ira pueden convertirse rápidamente en un tsunami, pero tú debes de controlar ese pronto.
Según un estudio, las emociones positivas nos permiten construir más soluciones. Tienes la disciplina mental para decidir en un instante si ésta intensa energía será destructiva o creativa. ¿Qué tipo de fuerza mental convierte la furia en acción positiva? Tú lo sabes, por algo eres el maestro de tu fisiología emocional.
Usas tu emocionalidad con inteligencia para ser empático y comprensivo.
A veces entras en una habitación y sientes que el ambiente te contagia de emociones. Puedes sentir a los que están trabajando intensamente, felices y en paz. Algunas personas pueden notar tu asombrosa habilidad para “leer/calar a la gente”. Simplemente sientes las emociones de los demás porque las sientes tú mismo.
Sientes compasión al más alto grado. Este nivel de empatía requiere más fuerza mental para no absorber la negatividad de los demás. El hecho de que seas un experto emocionalmente beneficia tus relaciones porque eres capaz de comprender mejor a otras personas. Aquellos que no comprenden la emocionalidad pueden pensar que llorarías por cualquier cosa; este no es el caso. Tienes la fortaleza mental para diferenciar cuándo las emociones de una persona te pueden afectar y cuándo no.
Puede que seas muy sensible, y lo prefieres a ser demasiado frío.
El hecho de que seas muy sensible no significa que seas un flan. Eres sensible pero sabes cómo controlar tus emociones. No dejas que tu alta sensibilidad debilite tus relaciones. Usas “tus poderes” para el bien al sintonizarte con las emociones de los demás para poder comprender mejor sus pensamientos, estilo de vida, opiniones y mucho más.
Según un estudio realizado en la Universidad de Carolina del Norte, quienes aprovechan el poder de las emociones positivas son mas felices en la vida y son más duros.
¿Te ha gustado este artículo? Compártelo con tus amigos por favor en facebook. Gracias!