Las personas tenemos la tendencia a repetir los mismos errores una y otra vez. Esto inevitablemente conduce a resultados negativos que pueden hacen que te esfuerces para nada.
El cambio más grande en mi vida se produjo cuando me di cuenta de que lo único que me impedía alcanzar lo que quería era yo mismo. Es fácil culpar a nuestras circunstancias y a otras personas por nuestros errores. Pero al final del día, tienes una opción: seguir estancado o reconocer tus errores y hacer un cambio.
Si cometes uno de estos 7 errores, no es un gran problema. Acéptalo sigue adelante y haz que tu vida sea mejor.
1. Te enfocas demasiado en lo negativo.
Esto es algo que puedes cambiar: concentrarte en tus debilidades en lugar de fomentar tus fortalezas. Cuando usas la infelicidad como motivación, a menudo no haces nada más que perpetuar tu infelicidad. Según los estudios, los optimistas tienden a ser más felices, más saludables y a tener mejores relaciones. Entonces, si estás atrapado en ese bucle, comienza a ver el lado positivo en lugar del lado negativo.
2. Insistes en querer llegar a la ruta directa del éxito.
La tecnología ha marcado el comienzo de la zona del todo “instantáneo”. Piensa, por ejemplo, en la generación actual de niños. Esperan gratificación instantánea y su recompensa en la mayoría de las cosas que hacen. Si quieres tener éxito de la noche a la mañana, es muy probable que te sientas frustrado. Concéntrate en el viaje, no en el destino. Son los pequeños momentos de la vida los que hacen que valga la pena vivirla.
3. Intentas cambiar todo a la vez.
Si quieres cambiar algo en tu vida, da pequeños pasos. Es mejor aquel sistema en el que se establece un objetivo específico y luego se realizan pequeñas acciones todos los días. Sigue haciendo estas pequeñas acciones y se convertirán en un hábito. Y, en última instancia, ese es el objetivo: pasar de un comportamiento actual no exitoso a convertirlo en uno exitoso o saludable.
4. No se te ocurre un plan para lograr sus objetivos.
No crear metas es una forma infalible de seguir luchando/trabajando a lo loco. Idear metas y no elaborar un plan para lograrlas es igualmente malo. A continuación, te mostramos una forma sencilla de hacerlo. Primero, escribe varias metas pequeñas y específicas que desees lograr y establece cuándo quieres lograrlas. Luego, escribe un plan sobre cómo alcanzarlas. Todos los días, especifica las acciones que harás como parte de tu plan para lograr tus objetivos.
5. Sigues haciendo cosas que no funcionan.
Si al principio no tienes éxito, prueba con otra cosa. Uno de los errores más grandes que todos cometemos es que repetimos acciones que no nos dan resultados. Si esas acciones no nos llevan a ninguna parte, entonces es hora de hacer un cambio. Así que evalúa tus objetivos y comienza cada día preguntándote: “¿Qué acciones voy a llevar a cabo hoy para acercarme a mi objetivo?” Cada semana, evalúa tu progreso y prueba diferentes enfoques según sea necesario.
6. Te comparas con los demás.
Las personas somos criaturas sociales. Y ser social trae consigo una tendencia natural a compararnos con los demás. Vemos gente delgada, gente rica, gente feliz y nos preguntamos por qué no podemos tener todas esas cosas. Esta es una de las cosas más importantes que te mantienen estancado. Para. Centra tu pensamiento en lo que quieres. No por lo que tienen los demás. Cuanto más canalices tus pensamientos internamente sobre tus objetivos y cómo puedes hacer del mundo un lugar mejor, más rápido atraerás las cosas que deseas en la vida.
7. Pierdes el tiempo.
El tiempo es valioso. Así que no lo desperdicies. Pasa todo el tiempo que puedas con las personas que quieres, haciendo el trabajo que te gusta o haciendo las cosas que amas. Nuevamente, concentra tu tiempo y energía en lo que quieres, no en lo que no quieres.