Los científicos que estudian el vínculo personas-animales han descubierto los numerosos beneficios que aportan para nuestra salud los gatos. ¿Quieres saber cuales son?

1.- Sana huesos y músculos

Los gatos ronronean a una frecuencia de entre 20-140 Hz, que se sabe que tiene efectos terapéuticos. Los huesos se curan mejor a las frecuencias de 25 Hz y 50 Hz (100 Hz y 200 Hz también son útiles). Los tejidos blandos tales como músculos, tendones y ligamentos sanan más rápido en estas frecuencias. Y las infecciones y la inflamaciones también se curan en este rango de frecuencia.

2.- Mejoran nuestro estado de ánimo

Puede ayudarte a sentirte mejor a nivel general, mejorando nuestro estado de ánimo. Prueba a que te dejen un gato un fin de semana y comprueba su efecto terapéutico. En Tokio debido a la normativa de alquiler, hay innumerables cafés con gatos con el objeto de poder acariciarlos y hacernos sentir mejor. Aquí puedes ver uno: Cat Cafe Calico Shinjuku

3.- Reducen la ansiedad y el estrés

No sólo reducen el estrés sino que también reducen la ansiedad. Acariciar un gato es calmante, al igual que otros aspectos del cuidado de los gatos. Te ayuda a desconectar y mantiene nuestra mente fuera de preocupaciones. Además, tienden a acurrucarse con nosotros, lo que nos ayuda a relajarnos.

4.- Ayuda al sistema cardiovascular

Estudios de la Universidad de Minnesota determinaron que aquellos que no poseían gatos tenían 30-40% más probabilidades de morir de una enfermedad cardiovascular que aquellas personas que tienen un gato (los dueños de perros no pueden pensar que es igual para ellos). La posibilidad de morir por paro cardíaco súbito se reduce también para los que tienen un gato. Un estudio determinó que los propietarios de mascotas eran más propensos que los no propietarios a superar un ataque al corazón, independientemente de la gravedad de ese ataque.
Otras investigaciones indica que tener un gato es comparable con tener dieta baja en sal por el hecho de reducir el riesgo cardíaco.

5.- Ayuda al sistema inmune

El sistema inmunológico recibe un subidón de adrenalina por el hecho de tener un gato. Los gatos se dan cuenta de cuándo te pones enfermo y te proporcionan compañía porque están más pendientes de ti y con ello consiguen mejorar el sistema inmune.

6.- Disminuye la probabilidad de desarrollar alergias

Si vais a tener un bebé, considera la opción de tener un gato. Tener un gato puede ayudar a prevenir las alergias en los hijos. Hay algunos estudios de recién nacidos que viven con animales, específicamente gatos y perros y que indican que son menos propensos a desarrollar alergias. Estar acostumbrados a gatos y perros desde temprana edad genera inmunidad.

7.- Ayuda a prevenir el asma en los niños

Además de ayudar a prevenir que los niños desarrollen alergias, hay algunas ensayos que indican que vivir con un gato también puede ayudar a prevenir el asma en los niños. Si tienes hijos, puede evitar que tengan asma. El contacto desde pequeños con los gatos puede ayudar a tus hijos a evitar tener problemas respiratorios.

8.- Reduce la presión arterial

Tener un gato puede bajar la presión arterial. Acariciar un gato es relajante y en consecuencia baja la presión arterial. Los que poseen gatos, de acuerdo con la universidad de Nueva York (estudio de Buffalo), tienen la presión arterial más baja que aquellos que no tienen gatos.

9.- Reduce el riesgo de ictus

Un gato puede reducir el riesgo de ictus. Un estudio de la universidad de Minnesota descubrió que los poseedores de un gato pueden reducir el riesgo de derrame cerebral en 1/3.

10.- Combate la depresión

Alivia la depresión. Aunque un gato no puede realmente curar la depresión, te puede ayudar a evadirte, a quitarte de la mente problemas y a que centres mejor. Puede ser calmante para la mente. Si andas un tanto deprimido, la compañía de un gato puede ayudarte.

Los gatos no pueden darnos ninguna de sus “7 vidas”, pero pueden mejorar nuestra calidad de vida, ¿por qué no compatirla con uno de ellos?

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