5 hábitos para perder peso

Si quieres perder peso, nadie tiene duda de que hay que comer menos y hacer más ejercicio. Pero, ¿Qué pasa si quieres bajar de peso al menos 2 kg en 15 días sin correr riesgos? ¿Qué ocurre si quieres adelgazar más rápido? En primer lugar, debes de olvidar los lácteos y no comer fruta e hidratos por la noche.
Y ahora bien, una ya has empezado a hacer ejercicio tres veces a la semana, puedes añadir este plus, estas seis reglas para multiplicar el efecto de tu dieta y de tu programa de ejercicios. Conseguirás que se acelere de una manera mucho mayor el perder peso.

1.- Bebe más agua, fundamentalmente antes de comer

Todo el mundo sabe que necesitamos agua para vivir. Pero pocas personas son conscientes de que debemos beber al menos 2 litros diarios. La gran mayoría de las personas viven en un estado de deshidratación crónica leve, lo que lleva a experimentar que tengamos poca energía y a aumentar de peso. Un truco efectivo es beber medio litro antes de comer. Si te cuesta trabajo, puedes añadir un poco de zumo de limón para que resulte menos.

2.- Date un paseo después de comer

Una vez leí que una persona perdió 5 kg solo por el hecho de dar un paseo después de cada comida. Cuando lo leí, no me lo creí. En un paseo apenas se hace ejercicio y más comparado con cualquier ejercicio de gimnasia que hagamos, pensé. Sin embargo, está probado y muy recientemente, que caminar después de las comidas es en realidad uno de esos pequeños trucos para perder peso y grasa que mejor se puede hacer con diferencia.

¿Cual es el quid de la cuestión? Realizar una actividad incluso después de una comida ligera activa nuestros receptores GLUT-4 (proteína transportadora de glucosa regulada por la insulina), haciendo que tus músculos absorban la totalidad de la glucosa que acabas de comer. Es más, esto evita que la comida rechace los niveles de insulina y no como lo haría al contrario. Así que nada mejor que un paseo después de cada comida.

3.- Mastica más los alimentos

Hay una teoría que sostiene que comer más lentamente ayuda a las personas a perder peso. La razón es que hay un retraso entre el momento en que se traga la comida y cuando los alimentos hacen que tu cerebro reduzca la sensación de hambre, y este retraso hace que la gente come más de lo necesario. Expertos dietistas sugerido desde hace tiempo que comer más lentamente dará lugar a comer menos.

Un estudio reciente en China confirmaba la verdad de esta teoría. Se demostró que los hombres obesos comían más rápidamente que los hombres no obesos. También se encontró que los hombres que mastican cada bocado cuarenta veces perdieron 12% más grasa que los hombres que masticaron cada bocado sólo quince veces. Si quieres adelgazar, mastica cada comida por lo menos veinte veces, y luego eleva ese número todo lo que puedas.

4.- Somete a tu cuerpo a temperaturas frías

No todas las grasas son malas. La mayor parte del tejido graso es grasa blanca, que simplemente almacena energía. Eso es lo que piensa cuando se piensa en la grasa. Pero también hay una pequeña cantidad de grasa marrón, que quema energía para mantener el calor. Se puede acelerar drásticamente la pérdida de esa grasa mediante la exposición del cuerpo a temperaturas frías para estimular el crecimiento de la grasa marrón.

¿Cómo hacerlo? Duchándote con agua fría (empieza con caliente) o yendo a un spa y haciendo contrastes en la piscina de agua fría. El mejor de los remedios es como ya contamos, nadar en agua fría.

5.- Añade zumo de limón, miel o canela a las comidas

La comida sana tiende es aquella que el cuerpo absorbe más lentamente, mientras que la comida basura como los refrescos, se digieren muy rápidamente. Afortunadamente, hay maneras de hacer que el cuerpo digiera cualquier alimento más lentamente. Añade zumo de limón y canela a las comidas ya que ralentiza la velocidad de tránsito de los alimentos desde el estómago hasta el intestino, lo cual mejora el control de la insulina y de azúcar en la sangre. Sustituir el azúcar por la miel también parece mejorar los niveles de azúcar en la sangre. Lo más probable es porque la miel se digiere más lentamente que otros azúcares.

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