La ciencia dice que la gente que habla consigo mismo son genios

Hablo mucho conmigo mismo. Me ayuda a mantenerme concentrado en la actividad que hago y se me ocurren ideas muy brillantes; y lo más importante, realizo las cosas con mejor calidad. Por ejemplo, en este momento, que estoy escribiendo, estoy constantemente murmurando.

¿Hablas contigo mismo? No te avergüences por admitirlo, porque la ciencia ha descubierto que los que se hablan a sí mismos tienen un toque de genios y no de locos.

Haz una prueba contigo mismo que está basada en un experimento muy sencillo. Cuando quieras encontrar un objeto que está en un armario o cuando vas al estante de un supermercado y buscas un producto, murmúralo y ya verás como lo encuentras antes.

Te explico cuales son los 3 beneficios que tiene hablar contigo mismo.

1) Estimula tu memoria

Cuando hablas contigo mismo, tu mecanismo sensorial se activa. Se memoriza más fácilmente ya que se puede visualizar la palabra, y se puede actuar en consecuencia.

2) Te ayuda a mantenerte concentrado

Cuando repites algo en alto, te mantienes enfocado en esa tarea, y te ayuda a reconocer esas cosas inmediatamente. Por supuesto, esto sólo ayuda si sabes a que se parece el objeto que estás buscando. Por ejemplo, un plátano es de color amarillo, y sabes a que se parece un plátano. Así que cuando lo estás diciendo en voz alta, tu cerebro manda inmediatamente la imagen a tu mente. Pero si no supieses a que se parece un plátano, entonces no se produce ningún resultado por el hecho de decirlo en voz alta.

3) Te ayuda a refrescar las ideas y tus reflexiones

Esto ocurre cuando cada uno de nosotros tiende a tener diferentes tipos de ideas o reflexiones.

Suponte que estás enfadado con alguien y tienes “ganas de matarlo”. Ante un momento de enfado como éste, sería absurdo acudir a un profesional para desahogarse. Tienes una solución bien sencilla al alcance de tu mano, puedes encerrarte en una habitación y murmurarte a ti mismo soltando por tu boca todo tipo de improperios. De este modo, sueltas la ira al hablar contigo mismo. Para hacerlo más cómico, evalúa los pros y los contras de matar a esa persona, y con el tiempo te calmarás. Este es una reflexión tonta que tienes contigo mismo y que no puedes compartirla con cualquier otra persona.

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