Cuando la gente tiene problemas casi todo el mundo hace lo mismo: procrastinar. Es curioso la facilidad con la que a nuestra mente se le ocurren millones de excusas cuando nos enfrentamos a un gran desafío. En mi caso, siempre fue una tontería tras otra. Siempre estaba cansado del trabajo; Siempre tenía alguna tarea de la casa que no podía esperar y me dejaba exhausto. Y así pasaban los meses. Pero, lo que es más importante, una vez que comencé a trabajar en mi objetivo, me di cuenta de cuánto lo disfruto. A medida que aumentaba el impulso, logré enfrentar cada desafío tal como se presentó, y me di cuenta de que nada era tan difícil como lo imaginaba en mi cabeza.
Estoy seguro de que muchos de vosotros podéis daros por aludidos con mi historia hasta cierto punto. Es porque nuestros cerebros simplemente están programados para huir de los problemas y las dificultades. La mayoría de nosotros estamos tan bien entrenados para evitar problemas, que lo hacemos inconscientemente y por defecto, cada vez que nos enfrentamos a una tarea o un problema que parece desafiante o requiere mucho tiempo.
No importa si se trata de trabajar en proyectos más grandes o de hacer tareas sencillas, como pagar facturas o impuestos, nuestra mente los amenaza por igual si nos traen algún tipo de incomodidad. Y así nuestra vida se convierte en un círculo vicioso estresante e interminable de lucha constante por terminar todo a tiempo, y tampoco llegamos a lo importante.
Si queremos mejorar y crecer constantemente como personas, debemos encontrar formas de liberarnos de este mal hábito. Uno de los mejores enfoques para lidiar con la evasión de problemas es la técnica Face Everything, que se puede implementar en cuatro simples pasos:
1. Quédate en el ahora
La mayoría de las veces, evitamos los problemas sin siquiera ser conscientes de ello. Cuando nos damos cuenta de lo que está pasando, las tareas ya se han acumulado, lo que hace que sea aún más difícil de llevar. La mejor manera de comenzar a ser consciente es comenzar a practicar “estar en el ahora”.
La meditación es una de las técnicas más útiles para estar en el ahora y despejar la mente de todo el ruido. Una vez que empieces a practicar estar en el ahora, serás mucho más consciente de tus pensamientos a medida que surjan. De esta manera, podrás reconocer los pensamientos de evitación cuando comiencen y podrá detenerlos a tiempo. Además, para ser más consciente, asegúrate de desactivar todas las distracciones, como las redes sociales.
2. Haz las paces con lo “negativo”
Ahora que eres capaz de reconocer tus pensamientos y emociones a medida que aparecen, no tengas miedo de las emociones “negativas” que aparecen una vez que te enfrentas al objeto de incomodidad. Intenta reconocerlo y asimilarlo, ya que es la única forma de superarlo eventualmente. En esos momentos dite a ti mismo que está bien sentirte asustado y preocupado, pero eso no es motivo para pasar del tema y dedicarte a otra cosa.
3. Pasa a la acción
La única forma de superar algo de verdad es pillando el toro por los cuernos. Este es probablemente el paso más difícil, ya que requiere que hagamos algo con el problema en cuestión. La buena noticia es que se vuelve mucho más fácil una vez que completas los dos primeros pasos, y cuanto más practicas toda la técnica, más fácil y natural se vuelve. Otro gran aspecto de iniciar una acción es que tiende a cobrar impulso y pronto se vuelve mucho más rápida y fácil, sin mencionar el aumento de autoestima que experimentarás cuando superes los desafíos iniciales. Ten en cuenta las palabras del gran Nelson Mandela: “Siempre parece imposible hasta que se hace”.
4. Obtener apoyo
Fue una sorpresa para mí descubrir que hay mucha gente igual que yo cuando se trataba de huir de problemas y situaciones desagradables. Compartirlo con ellos me hizo sentir menos solo en mis esfuerzos por mantenerme en el camino correcto y enfrentar mis problemas. Funcionó en ambos sentidos, ya que encontraron la misma cantidad de apoyo en mí. Coméntalo a tu grupo más cercano de amigos y familiares, ya que probablemente también lo estén padeciendo. Podéis recordaros unos a otros en que debemos mantenernos enfocados y como ser valientes con cada problema y tarea exigente, y ayudarse mutuamente a crecer como personas.