Todos tenemos ese amigo del que advertimos a los demás antes de conocerlo que es un poco bocazas. Tiende a burlarse de la gente o hacer comentarios embarazosos. Tú como lo conoces desde hace años, estás acostumbrado. Pero tus amigos antes de conocerlo ya tienen una mala imagen de él.
Esta predisposición a juzgar a alguien incluso antes de conocerle es normal. Dicen que la primera impresión es importante, y puedes causar una buena impresión incluso antes de conocer a alguien.
Tu cerebro intenta establecer una conexión con un recuerdo relacionado. Pero si no tienes ningún recuerdo relevante, tu cerebro intentará compensar la falta de información.
La razón por la que nuestros cerebros intentan conectar esta nueva información con experiencias previas es para que puedas evaluar rápidamente el valor de esta nueva persona y si merece la pena volver a verla. De la misma manera, si alguien cercano a ti expresa su opinión sobre alguien que nunca has conocido, hará que tú también te formes una opinión.
Ahora que tienes una vaga impresión de esa persona en cuestión, tu cerebro puede empezar a inventar historias sobre ella. Esto te dará una mejor idea de quien es con la poca información que tienes.
Ese juicio instantáneo podría ser falso
Sin quererlo, ahora tienes un sesgo establecido en contra de esa persona a pesar de que realmente no la conoces. Cuando te has creado una opinión negativa de alguien que no conoces, puede ser difícil hacerte cambiar de opinión. Tu parcialidad puede incluso ser evidente para esa persona sin darte de cuenta.
Así que, cuando finalmente lo conoces, todo lo que haga y diga confirmará tu opinión sobre él/ella. Cualquier cosa que haga que no te encaje lo verás como una excepción porque crees que ya sabes como es realmente. Y este pre-juicio puede hundir posiblemente lo que podría haber sido una buena relación.
Por el contrario, si alguien cercano a ti te habla muy bien de otra persona antes de conocerla, esto hará que tengas opinión positiva de ella antes de conocerla. Esta opinión será difícil de cambiar, porque aunque es una opinión positiva, sigue siendo una opinión parcial.
Una persona bocazas pero que te la describen como buen amigo tiene una ventaja porque ya la estás aceptando. Esto le dará más oportunidad de demostrar que es buena persona a pesar de sus numerosas muestras de comentarios torpes. Este pre-juicio podría hacer que construyas una amistad con alguien que probablemente no necesites en tu vida.
Los demás te juzgan de la misma manera.
Es posible que muchas personas ya tengan una opinión preconcebida de ti sin siquiera haberte conocido. Si a tus compañeros les cuentan cosas buenas sobre ti antes de conocerte, probablemente te resulte más fácil relacionarte con ellos porque ya tienen una buena impresión de ti.
Lo contrario se aplica si a tus compañeros les hablaron mal antes de conocerte. Incluso si no lo hiciesen con mala intención, aún puede causar una mal rollo entre tú y tus nuevos conocidos.
Para evitar caer en la trampa de entablar una relación tóxica o causarle a alguien una mala impresión no siendo tu intención, comienza por corregir tu forma de pensar.
Piensa por ti mismo
Aunque es normal hacerse impresiones basadas en las opiniones de los demás, no lo hagas. Nuestros cerebros están programados para hacer estas evaluaciones. Pero puedes optar por cuestionarlos. Espera a solidificarlos. Dale a esta nueva persona la oportunidad de demostrarte que estás equivocado.
Mantén la mente abierta. No sabes qué otras variables pueden influir en tu opinión. Intenta observar objetivamente a la persona y su comportamiento. No específicamente cómo interactúan contigo, sino también cómo interactúan con otras personas.
Cuando no permitas que otras opiniones afecten a la tuya, está más abierto a desarrollar relaciones sólidas con personas a las que quizás no hayas dado una oportunidad. Eres capaz de formar tus propias opiniones y decidir quién es digno de permanecer en tu vida.
Vigila lo que dices
No hables mal de la gente. No solo es impropio, sino que estás dando a lugar a que otras personas se monten opiniones negativas sobre alguien a quien realmente aprecias.
Por ejemplo, las personas tienden a quejarse de sus parejas cuando no se llevan bien. No es que en realidad no quieran estar con ellos, pero necesitan desahogarse. Pero ahora todos los que los te han escuchado despotricar piensan que tu pareja no te conviene y que deberías
de dejarlo.
Observa cómo lo que dices puede afectar y dar forma a cómo otros ven la realidad. Puedes usar este truco a tu favor al poner a tu entorno bajo una luz positiva antes de presentarles a las personas que son importantes para ti.
Al ayudar a crear una buena impresión de alguien antes de presentarla, está creando una oportunidad para un vínculo positivo entre las dos partes y para ti también.