¿No has notado como desde el primer día que bajas a la playa vuelves después a casa más relajado?
Es fácil darse cuenta y experimentar que la playa tiene un efecto sedante y se sabe que estar en la playa puede tener un efecto fenomenal en nuestra salud y bienestar e incluso puede cambiar nuestro cerebro. Vamos a ver cuales son esos beneficios que están científicamente respaldados.
1.- Las olas generan iones negativos
La sensación de paz que obtenemos en la playa podría ser el resultado de los cambios moleculares que se producen en nuestro cuerpo. Las olas del mar producen iones negativos. Los iones negativos aceleran nuestra capacidad del cuerpo para absorber el oxígeno. Además, equilibran los niveles de serotonina; una sustancia química producida por el cuerpo que está relacionada con el estado de ánimo y el estrés. Esta es una razón por la cual, el hecho de estar en la playa se ha relacionado por los científicos, a mejorar nuestra energía mental positiva y a una sensación de salud y bienestar general. Puede incluso hacernos dormir mejor.
2.- La corteza prefrontal del cerebro se activa
La corteza prefrontal es un área del cerebro asociada con la emoción y la auto-refacción (así como otras funciones) y se ha demostrado que se une a estos cuando se reproducen los sonidos del océano. Distintos estudios realizados por científicos con personas que fueron expuestas tanto a sonidos del océano como a los ruidos del tráfico, demostraron que esto era cierto.
3.- El nivel de estrés de la hormona cortisol se reduce
La razón por la cual la playa tiene un efecto tan calmante sobre nosotros podría ser debido a que el sonido que hacen las olas. Según la Universidad de Stanford, hay una gran cantidad de estudios que ha analizado qué tipos de ruidos encontramos agradables y relajantes, y qué tipos se consideran nocivos y e inducen al estrés.
Los sonidos más relajantes y agradables de escuchar son las que tienen patrones de ondas predecibles. El sonido debe ser suave y de frecuencias armónicas en intervalos regulares. Las olas del océano cumplen este patrón. Son regulares y suaves al oído.
Según la ciencia, el sonido del océano desencadena probablemente a profundos recuerdos o sensaciones de relajación y seguridad. Algunas personas pueden incluso decir que está recordando el útero y los latidos del corazón de tu madre.
Hay una hormona del estrés llamada cortisol. Algunos sonidos, como el tráfico y el ruido de los aviones pueden causar a esta hormona que se libere. Cuando esta hormona se libera, acarrea problemas de salud como por ejemplo úlceras y enfermedades del corazón. El sonido del mar disminuye los niveles de cortisol. Por esta razón, el mar puede tener un efecto positivo sobre nuestra salud en general y puede prevenir de posibles problemas de salud.
4.- El mar plato nos relaja
La superficie plana de la superficie del océano también nos puede dar una sensación de seguridad y protección. Los seres humanos se sienten seguros cuando están en lugares que no son “difíciles”. En el bosque o en la selva, el ser humano tiene que estar pendiente de posibles animales salvajes. Es algo genético. Sin embargo en la playa, alzamos la vista y vemos kilómetros y kilómetros por delante y esto nos da tranquilidad. No hay posibles amenazas potenciales en las que pensar.
“Estamos construidos, neurológicamente, para normalizar nuestro medio ambiente y tenerlo bajo nuestro control”, dice un el científico Merzenich. “Cuando miramos hacia el mar, estamos en un entorno predecible y estable.” Y eso nos da paz y nos cambia el estado de ánimo.
Ya sabes, si puedes, haz una escapada a la playa. Todos necesitamos desconectar y recargar pilas.
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