Si te preguntas por qué la vida es tan dura, probablemente debas añadir algo. Pregúntate: ¿estás viviendo una vida de autocomplacencia o una vida con un propósito claro?
Independientemente de cómo definas “propósito”, sabrás si lo persigues o te conformas con menos. Curiosamente, en ambos casos te enfrentarás a retos. La única diferencia es cómo te sientes al final del día.
¿Por qué la vida es tan dura?
Cuando te preguntas por qué la vida es tan dura y persigues tu propósito, sabes que hay algo que hace que todo merezca la pena. Por muy “libre de riesgos” que parezca acomodarse, cargarás con el peso de no alcanzar nunca tu verdadero potencial. Siempre te preguntarás si hay algo más en la vida que lo que has vivido.
Aunque el viaje para cambiar de vida no siempre es fácil, en última instancia debería ser agradable. Deberías disfrutar aprendiendo más sobre ti mismo, tus objetivos y tus motivaciones.
Si te encuentras preguntándote si la vida es mejor, aquí tienes algunos consejos:
1. Sobrevivir frente a prosperar
Cada día tienes dos opciones. Puedes elegir escuchar esa vocecita del miedo y la duda, o puedes escuchar la voz tranquila de la confianza y el propósito.
La voz tranquila de la confianza es la voz que te empuja a perseguir la vida de tus sueños. La vida de tus sueños es la vida que vivirías si no tuvieras responsabilidades ni obstáculos. Si te preguntas por qué la vida es tan dura, puede que estés luchando por alcanzar tu propósito. Es posible que desees iniciar un negocio, pero necesitas ingresos constantes de tu trabajo actual. Podría ser el reto de superar una desventaja con la que naciste o el entorno en el que creciste. Sea cual sea el motivo, hay una lucha que aún no has superado.
Aunque pienses que estás tomando la mejor decisión con las cartas que te han tocado, eso no cambia el hecho de que estás destinado a hacer algo más que sobrevivir. Por muy esencial que sea la supervivencia, no querrás llegar al final de tu vida sin haber vivido de verdad. Hay muchas personas que lamentan sus últimos días porque siempre sucumbieron a sus miedos.
Si quieres que tu vida sea más llena, deja de postergar tus sueños. Empieza a dar pequeños pasos para conseguirlo cada día. Además, asegúrate de celebrar tus pequeñas victorias. Esto te ayudará a coger impulso y a disfrutar del proceso, para que no tengas ganas de abandonar cuando surjan los retos.
Aunque no te guste fracasar, no pasa nada por fracasar al intentar algo nuevo. De hecho, el fracaso es una gran señal para saber que estás persiguiendo tu propósito y escuchando tu voz de confianza. Sigue aprendiendo de tus errores y deja que te transformen en tu yo ideal.
2. Emociones a flor de piel
Si el conocimiento es poder, saber qué hacer con ese conocimiento debería facilitarnos la vida. Sin embargo, no siempre es así. De hecho, se puede llegar a la conclusión de que la mayoría de la gente sabe lo que debería hacer.
Cada año, cerca de la mitad de la población hace un propósito de Año Nuevo. Tienen un plan de ataque y saben lo que tienen que hacer para conseguir los resultados deseados. Sin embargo, menos del 10% de la gente cumple sus propósitos cada año.
Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Por qué es tan difícil la vida cuando tienes un plan que sabes que funcionará?
Hay muchos vendedores que saben que si llegan a un determinado número de personas cada día, tendrán éxito. Algunas parejas saben que si escuchan y tienen en cuenta los sentimientos del otro antes de actuar, su relación saldrá beneficiada. Tanto si se trata de objetivos profesionales como personales, se conocen las acciones necesarias para alcanzar el éxito.
La desconexión se produce cuando no se tienen en cuenta las emociones. Es difícil tener en cuenta los sentimientos de alguien cuando uno se siente poco apreciado. Puede ser difícil hacer la siguiente llamada de teléfono cuando las últimas cinco personas te han dicho que no. Hay un aspecto emocional en la vida que dificulta hacer lo correcto.
Los estudios demuestran que puedes aumentar la probabilidad de superar tus emociones si utilizas el “Principio Si-entonces” para prepararte con antelación. El principio consiste en crear una respuesta de antemano para que las emociones no te dominen después.
Por ejemplo, si tienes amigos que comen de forma poco saludable, puedes decir: “Si voy a comer con ellos, pediré una ensalada”. Si eres comercial, puedes decir: “Si me dicen que no, entonces seguiré haciendo llamadas hasta que me digan que sí”. Por sencillo que parezca, saber cómo afrontar los contratiempos es lo que diferencia a los que sobreviven de los que prosperan.
3. Quemar la vela por los dos extremos
Si todavía te estás preguntando por qué la vida es tan dura, entonces tienes que preguntarte si estás trabajando demasiado. Probablemente te hayas reído un poco al oír esta afirmación, pero sígueme la corriente.
Tu vida es un cúmulo de experiencias. Algunas de esas experiencias serán más agradables que otras. Si te encuentras con una cantidad desequilibrada de experiencias desagradables, tienes que determinar si te estás marcando objetivos poco realistas.
Por ejemplo, si alguien se fija el objetivo de perder 15 kilos en 30 días, es posible que no sepa lo improbable que es lograr ese objetivo. Si supiera que la media de los regímenes de pérdida de peso recomiendan perder entre un kilo y un kilo a la semana, entonces sabrías que un kilo al día no es saludable. No obstante, si se fijas un objetivo poco realista, te sentirá desanimado cuando no lo consigas.
La vida se vuelve aún más difícil cuando intentas encontrar la manera de lograr lo alcanzable en un plazo poco realista. Te pierdes el hecho de que has logrado un enorme progreso en el camino porque sientes el fracaso de no alcanzar tu objetivo. Esto puede seguir siendo frustrante y hacer que te preguntes por qué la vida es tan dura.
La mejor forma de superar este sentimiento de frustración es darte más tiempo. Te sorprenderá lo mucho que bajan tus niveles de estrés cuando te das más tiempo.
¿Recuerdas alguna vez que tenías que entregar una tarea en el colegio o un proyecto en el trabajo y necesitabas más tiempo? Sabes que tu presentación sería impecable si sólo tuvieras uno o dos días más. Entonces, por un golpe de suerte, el plazo se retrasó una semana porque alguien se puso enfermo o cualquier otro problema. ¿Te sientes pletórico cuando te encuentras con más tiempo del que esperabas? Adelante, regálate ese tiempo adicional y verás cómo cambia tu percepción de la situación.
4. Mirar en todos los lugares equivocados
La vida puede ser muy dura si sólo piensas en todo lo malo que hay en ella. Créeme, sé que hay muchas cosas malas en el mundo, pero también hay muchas cosas buenas.
Tú eliges en qué quieres centrarte. Si entrenas tu mente para que sólo reconozca lo que está mal en el mundo, te resultará casi imposible ver las oportunidades. Imagina a alguien que sólo ve las noticias. La mayoría de la gente reconoce que las noticias están llenas de historias negativas que generan miedo, ira y frustración. Como resultado, su percepción del mundo estará sesgada por el bombardeo constante de información negativa.
También se puede crear una percepción negativa al relacionarse con personas que siempre se están quejando de algo. Ya sea quejas de su familia, de sus relaciones o de su trabajo, te harán reflexionar sobre los problemas de tu vida.
Para superar una mentalidad negativa, debes tomar dos medidas. En primer lugar, tienes que reducir la información negativa que estás absorbiendo. Tendrás que pasar menos tiempo viendo las noticias y reducir la cantidad de tiempo que pasas con personas negativas. Esto puede resultar difícil si la persona negativa es un familiar o un amigo íntimo. Sin embargo, si tu forma de pensar te hace preguntarte por qué la vida es tan dura, tienes que cambiar tus asociaciones.
Lo segundo que tienes que hacer es crear un diario de positividad. No hace falta que escribas en él todos los días, pero sí que lo leas todos los días. Debes empezar cada día leyendo sobre todas las cosas que te gustan de tu vida. Esto te ayudará a apreciar las alegrías de tu vida aún más porque esas alegrías no están siendo ahogadas por los desafíos del día a día.
Reflexiones finales
La razón por la que la vida es tan dura puede variar de una persona a otra. Tu crecimiento y transformación personal deberían reconfortarte cada vez que mires atrás y reconozcas lo lejos que has llegado.
No te desanimes cuando las cosas no sucedan tan rápido como deseas. En lugar de eso, céntrate en el hecho de que cada día das un paso en la dirección correcta. Si cada día eres mejor de lo que eras el día anterior, te encantará la persona en la que te conviertes cuando todo esté dicho y hecho.