¿Te has visto alguna vez en esta situación?
Tú: ¡Acabo de leer un libro buenísimo!
Tu amigo: ¿De qué va?
Tú: (haces una pausa y te esfuerzas por recordar lo que has leído)
O te puede haber pasado también querer leerlo rápido para no perder el hilo.
Por desgracia, solemos dar prioridad a la cantidad sobre la calidad. Sí, cuanto más leemos, más información tenemos, pero tendemos a olvidar las cosas que leemos al poco tiempo. Nuestra incapacidad para retener información de lo que hemos leído previamente es común. A veces hojeamos los pasajes sin entender el contenido; o incluso escaneamos el libro y pasamos al siguiente, para adquirir cierto conocimiento.
Si no podemos recordar nada de los libros que leemos, ¿qué sentido tiene leer? Para que tu lectura sea eficaz y tenga sentido, aquí tienes 4 estrategias que te ayudarán a retener lo que lees:
1. Generar preguntas y buscar respuestas
Un hábito de lectura que tenemos es sumergirnos completamente en el texto y profundizar en los detalles cuando leemos. Pensamos que la mejor manera de sacar el máximo partido a un libro es leer todos los capítulos, pero no siempre recordamos lo leído. Un método para retener el contenido en nuestra memoria consiste en repasar primero el índice de contenidos (¡el índice de contenidos está por algo!) y generar una lista de preguntas, para luego buscar activamente las respuestas en el libro.
2. Garabatear en los márgenes mientras lees
Tomar notas es sin duda una gran estrategia para retener mejor los conocimientos. Cuando nos llama la atención un párrafo determinado, solemos subrayarlo o copiarlo, pero en lugar de eso, deberíamos utilizar nuestras propias palabras para resumir las ideas clave y así causar una impresión más fuerte. Mediante este proceso, te estás enseñando y explicando a ti mismo los puntos. Si eres capaz de hacer un resumen del pasaje sin vacilar, puedes estar seguro de que realmente has comprendido y digerido el contenido.
3. Investiga sobre los puntos que no entiendas
Cuando intentes reescribir el resumen con tus propias palabras, es posible que encuentres puntos que te parezcan ambiguos o vagos. Tómate 10 minutos extra para investigar más a fondo y conseguir una comprensión más completa. Esto no significa que te lances a fondo. Investigar un poco más puede ayudarte a entender el tema con más detalle, porque la mayoría de los autores dan por sentado que sus lectores tienen algún tipo de conocimiento previo de los temas antes de leer los libros. Por ejemplo, en el caso de un libro filosófico, el escritor asume automáticamente que los lectores tienen un cierto nivel de conocimiento sobre las diferentes ideologías de la época en la que se escribe el libro.
4. Aplica los conocimientos a tu vida real
Como decíamos, tomar notas permite retener mejor la información. Mucha gente tiene la idea errónea de que cuanto más detalladas sean nuestras notas, mejor retendremos lo que hemos leído de un libro. Cuando nos centramos tanto en plasmar cada fragmento de un libro en nuestras notas, a menudo olvidamos que simplemente estamos copiando párrafos del libro en nuestras notas. Además, ¿con qué frecuencia revisas tus apuntes? La respuesta de la mayoría es que nunca. Por lo tanto, el trabajo que te ha costado tomar apuntes se ha ido al garete.
Para que tu lectura y toma de notas sea más eficaz, intenta incorporar tu propia vida a lo que estás leyendo. Esto significa que, cuando tomes apuntes, piensa también en cómo los conocimientos que lees pueden beneficiar a tu vida y resolver problemas de la vida real. De este modo, tus apuntes serán más perspicaces y útiles, y te ayudarán a recordar lo que has leído en el libro.
Leer requiere dedicación de tiempo y esfuerzo
Puede parecer desconcertante y estresante dedicar mucho más tiempo a retener lo que has leído. Al principio puede resultar bastante pesado, pero a medida que sigas las estrategias más y más, tus esfuerzos darán sus frutos y definitivamente tendrás una mejor retención después de leer cada libro.