Si logras un mínimo de éxito en cualquier cosa, te conviertes en un objetivo para la competencia.
Ahora bien, las personas expresan (o no) estas actitudes de diferente manera. Es posible que no sepas que alguien se pica contigo o, hay otros (por inmadurez) a los que se les nota que van por ti. En caso de que ocurra lo primero, no hay gran problema y cero daño hecho. En el segundo caso, sin embargo, se puede crear un ambiente hostil y se pueden generar situaciones muy incómodas.
En ambos casos, siempre es bueno estar alerta. Siendo consciente del tema, puedes evitarlos, desvincularlos de tu entorno o darles un toque (por ejemplo, en tu trabajo).
1.- Se lo tienen muy creído
Exageran sus cualidades, logros y talento. Es más probable que se jacten, como eS de esperar, cuando tengas reconocimiento por tus éxitos difíciles de conseguir. Esto ocurre por una razón: sus propias inseguridades.
2. Les fastidia que te vaya bien
Hay pocas cosas peores en este mundo que un mal perdedor. Las personas que desprecian o minimizan los éxitos de los demás son tan tóxicas como molestas. Las personas que más te envidian son las que más desean lo que tienes. Sabiendo esto, lo mejor es evitar a estas personas.
3.- Son cotillas
“Andrés no es un gran comercial”, “Marta no es tan inteligente”, o sentimientos similares (nombres y títulos de trabajo intercambiables) son expresados por aquellos que participan en esa competencia malsana con otra persona. Ser participe del chisme es un acto de inmadurez, y por tanto debe ser cortado de raíz.
4.- Siempre quieren saber qué tal te va
Y no en el buen sentido ya que no les importa como te vaya. Se acercan a ti con una sonrisa, se meten en la conversación o aprovechan la broma de turno, con una idea clara: descubrir que se cuece. Mire cómo cambia su expresión en la cara rápidamente al escuchar cualquier cosa que ellos perciban como autodestructiva, por ejemplo, tus éxitos o cualquier buena noticia relacionada contigo.
5. Celebran cuando te va mal
Una persona que compite sigilosamente contigo está encantada de tus “fracasos”. Cuando esa misma persona hable de ti a tus espaldas, que lo hará probablemente, te criticará y luego negará haberlo hecho.
6.- Te imitan
Alguien que compite contigo desea ser mejor o al menos igual que tú. Es decir, harán gestos parecidos a los tuyos, hablarán como tú e incluso se vestirán de una manera similar a como tú lo haces.
Hay una puntualización en este caso y es con aquellos a los que admiramos. Como es natural, imitamos a aquellos a quienes respetamos, y no hay nada de malo en esto. ¿La diferencia? No hablamos mal a sus espaldas ni intentamos dejarlo en mal lugar.
7.- Son pelotas
Hay pocas cosas mejores que un oportuno halago. Hay pocas cosas peores que la alabanza continua y falsa. Cuando alguien compite contigo; en lugar de ser desagradable, te estará todo el día regalando los oídos. Con mucho estilo, ¿a qué lo has notado?
8.- Te hacen la cama
En casos radicales, una persona puede ponerse tan celosa de tus aparentes éxitos que trama formas de desacreditar tu trabajo y manchar tu buen nombre sin importarle que sea perjudicial incluso para quienes te rodean. Este comportamiento es inexcusable; y cuanto antes lo arregles mejor.
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