¿Qué tienen en común algunas personas que conocemos? Hacerse la víctima.
¿Te has hecho la víctima alguna vez en el trabajo? ¿Y con nuestra familia? Sí, muchos lo hemos hecho. Pero una cosa es haberlo hecho alguna vez y otra es tratar todo el día con alguien que va de víctima. La diferencia es que, las personas que se hacen las víctimas tienden a presionar y quemar a amigos, familiares y compañeros de trabajo creando un clima complicado.
Estas son 12 señales de que alguien está haciéndose la víctima y lo que necesitas saber para actuar:
1.- Huyen de la responsabilidad
Esta es una señal clásica del comportamiento del que va de víctima. Al que va de víctima le cuesta aceptar que son parte del problema y la situación en la que se encuentran. ¿Qué hacen? Apuntan con el dedo a otro o simplemente no quieren afrontar el problema. No están diciendo claramente “soy una víctima”, sino más bien: “soy un mártir”.
¿Qué hacer entonces? Cada circunstancia, situación y acontecimiento que les ocurre es el momento idóneo para hacerles ver como se aborda la situación. Puede que no sean completamente responsables de lo que ha ocurrido pero les podemos preguntar en qué medida están implicados. Hacer esta pregunta ayuda a esa persona a ser responsable, madura y cooperativa. Además, les ayudará a evitar situaciones similares en un futuro.
2.- Son apáticos
Creen que están a merced de todos y de todo lo que les rodea. Asumen que no avanzarán en la vida porque perciben que son incapaces. No tienen planes de futuro de ningún tipo.
¿Qué hacer entonces? Estas personas tienen que ver que con pequeños comportamientos o cambios de actitud pueden conseguir grandes triunfos. Trata de ayudarles haciéndoles una lista de cosas pequeñas, que estén a su alcance y que pueden tener como objetivo asumible.
3.- El rencor les tiene ganada la partida
Saltan a la mínima con quejas del pasado. Basta cualquier excusa para hacer responsable a una persona de algo. Es verdad que en el pasado lo pasaron mal pero utilizan esto para no cambiar de actitud o de vida. Las heridas y rencores del pasado viven en su presente.
¿Qué hacer entonces? Muy fácil. Olvidar el pasado! Aprender a pasar de capítulo. Cuanto antes se de cuenta de que no puede pagar con otros los platos rotos, antes se sentirá liberado y no pagarán justos por pecadores.
4.- Les cuesta ser positivos
Suelen ser pasotas. Les cuesta controlar su vida y dicen lo que necesitan, desean o se merecen. Así que sufren de ansiedad o trastornos depresivos.
¿Qué hacer entonces? Acudir a un psicólogo.
5.- Se sienten impotentes
No lo muestran exteriormente. Manipulan a la gente para conseguir lo que quieren. Se sienten muy inseguros y necesitan saber hasta el último cotilleo.
¿Qué hacer entonces? No entrar al trapo. Pasa de sus cotilleos, sus historias manipuladoras y de sus inseguridades. Estás para apoyarle pero no para ser partícipe.
6.- No confían en los demás
El problema reside en que ni siquiera tienen confianza en sí mismos, así que es imposible que la tengan en los demás. Son inseguros.
¿Qué hacer entonces? Le haría esta pregunta. ¿Puedes confiar en todo el mundo? No. Tienen que aprender a distinguir entre quien pueden confiar y en quien no pueden. La persona que va de víctima tiene que recapacitar sobre sus suposiciones sobre la gente.
7.- No saben poner límites
No saben decir basta en las relaciones personales.
¿Qué hacer en este caso? ¿Cual es el máximo que deben de aguantar? Deben de darse cuenta por ellos mismos.
8.- Discuten muy fácilmente
Entran en un lío dialéctico cuando no tienen que hacerlo y viceversa.
¿Qué hacer en este caso? Tienen que aprender a diferenciar entre opinión, y la crítica que no necesariamente recae sobre ellos. Tienen que aprender en no caer en discusiones tontas.
9.- Les gusta dar lástima
Les gusta dar la imagen de que son indefensos y que no pueden defenderse por sí mismos. Les gusta también tener un comportamiento inmaduro, lo cual les atrapa aún mas en su rol de víctimas.
¿Que hacer en este caso? Tienen que darse cuenta que todo el mundo tiene sus días buenos y malos. Tienen que aprender que no son la únicas personas en el mundo que padecen experiencias tristes, difíciles o injustas.
10.- Se comparan constantemente con los demás
Esto es algo que hacemos muchos de nosotros y es normal porque nadie lo tiene todo. El problema es que ellos lo hacen siempre desde un punto de vista negativo.
¿Qué hacer en este caso? Deben de darse cuenta que ellos tienen actitudes que les hace ser competentes.
11.- Siempre les falta algo en la vida
Incluso cuando les pasa algo bueno. Le verán el lado malo y no estarán contentos. Están en un bucle que es de quejarse por quejarse y nunca salen de ahí. Es mortal.
¿Qué hacer en este caso? Deben desarrollar el hábito de ser positivos y optimistas. Deben aspirar a ser una persona más agradecida y esperanzada de lo que lo son ahora.
12.- Cortan su relación con quienes les hablan claro
Si les oyes decir: “No quiero saber nunca nada más en mi vida de …” y ello no es debido a algo grave que haya sucedido, esta persona se está haciendo la víctima. En lugar de abordar el problema y solucionarlo, cortan con la persona. Esto crea relaciones caóticas en su entorno.
¿Qué hacer en este caso? Tienen que aprender a darse un respiro y recapacitar antes de tomarse las cosas a la tremenda. Tienen que ver que es una crítica constructiva.
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