Juntarse con las personas adecuadas puede ser la diferencia entre la felicidad y la desdicha. Es posible que hayas escuchado esta frase:
“Eres la media de las cinco personas con las que más tiempo pasas”.
Y el resto de las personas con las que estamos vinculados tienen un efecto en la forma en que vivimos nuestras vidas, nos guste o no. Elige con tino a tus amigos para fomentar relaciones positivas y saludables.
Solo tenemos una vida así que debes mantenerte alejado de las personas que lo complican todo.
Las personas tóxicas son como los refrescos, te matan lentamente
Los cigarrillos y las drogas pueden matarte rápidamente, pero las personas tóxicas se parecen más a los refrescos. Cuando bebes un refresco, es poco probable que te cause un daño inmediato, y desde luego no va a matarte. Sin embargo, si bebes refrescos todos los días, puede notar los efectos negativos para la salud (aquí).
De la misma manera, las personas tóxicas drenan lentamente tu vitalidad. Cuanta más energía gastes en ellos, más estresado y vacío te sentirás. Algunos de ellos crean una fuerza tan negativa en tu vida que pueden convertirte en una persona tóxica sin que te des cuenta.
Puedes disfrutar del subidón temporal por beberte una Coca-Cola, pero beberlas habitualmente puede causarte diabetes y obesidad. Salir con esas persona tóxica te puede parecer bien al principio, pero al final te sentirás cansado y usado.
5 tipos de personas tóxicas de las que debes alejarte a toda costa
Nadie entabla una relación con la idea de que sea una carga en su vida. A menos que prestes mucha atención, las personas tóxicas se infiltran en tu vida y usan tu energía mental, paciencia y felicidad sin que te des cuenta.
Todos nos hemos encontrado con personas así, y es posible que incluso algunos de nosotros hayamos sido personas tóxicas en algún momento de nuestras vidas. Si realmente somos la suma de las cinco personas con las que más estamos, es crucial evitar estos cinco tipos de personas tóxicas.
1. El cotilla
El cotilla es una fuerza insidiosa en cualquier campo de la vida. Te hacen sentir como si te estuvieran incorporándote a su redil al compartir información delicada contigo. Parece que todo lo que hacen es reunir y dispersar personas.
Cuando alguien quiere hablarte de otra persona a sus espaldas, casi siempre se trata de una situación tóxica. No agrega valor a tu vida, y si el cotilla va a hablar contigo, puedes estar seguro de que también cotilleará sobre ti con otra persona.
Esta es la persona del trabajo que espera ese momento a solas durante el descanso y habla mal de otro compañero de trabajo. Cuando el cotilla vea que puede acudir a ti, es probable que lo repita una y otra vez. Las personas que te vean con él, pueden etiquetarte como cotilla solo por estar con este tipo de persona tóxica.
Si piensas en lo que puedes sacar de la conversación, lo más probable es que no te beneficie de ninguna de las maneras. De hecho, hacerte colega de un cotilla podría hacerte mucho daño. Piensa en cómo te sentirías si supieras que alguien está hablando de ti a tus espaldas. Y ahora imagina que alguien te pillan cotilleando sobre otra persona. No necesitas ese drama en tu vida.
2. El manipulador
Un manipulador sabe lo que quiere y te usará para conseguirlo. No les importan nada tus sentimientos. Parece que cuanto más tiempo pasas con ellos, menos poder tienes sobre tu propio destino. Quédate con esta persona demasiado tiempo y terminarás haciendo lo que el quiera en lugar de defenderte.
La mayoría de nosotros no actuamos sin un propósito, pero el manipulador está empeñado en lograr su propósito a expensas de todos los que lo rodean. La manipulación puede tomar varias formas, pero una forma clásica de manipular es a través de la victimización.
Por ejemplo, tengo un amigo que está en una relación tóxica. Su novia es controladora y abusiva, y cada vez que parece que él sale del hoyo, ella lo manipula para que se quede. Cada vez que él intenta dejarla, ella finge una depre para que él sienta lástima por ella. Como mi amigo es un buen tipo, sigue con ella para tratar de hacerla sentir mejor.
3. El juzgador
El juzgador se aprovecha al máximo de como hacerte pasar un rato de vergüenza. Independientemente de lo que tú digas, pienses o hagas, siempre recibirás alguna crítica de él.
El juzgador nunca se pone en tu lugar. Su única preocupación es lo que hiciste o dejaste de hacer. Cuanto más tiempo pases con ellos, más te deprimirá. Nunca puedes ganártelos, y si su opinión sobre ti influye en tu autoestima, estás condenado a “la depre”. Es decir, siempre tienes tú la culpa.
4. El exagerado
Un exagerador no sabe cómo mantener en pequeño un pequeño problema. A menudo recurren a decir cosas como: “Nunca lo haces…” o “Siempre has sido…”. No se dan cuenta del tiempo que has empleado para solucionar el problema o corregir tu error. Comete un error frente a un exagerador y prepárate para ser etiquetado por tu error. Para un exagerador, todo parece como el fin del mundo.
Imagina que estás en un equipo de trabajo y estás planeando una gran presentación. Se te asignó hacer parte de la presentación, pero luego alguien de tu familia se puso enfermo y tuviste que ir al hospital. No cumples con la fecha límite para entregar tu parte del proyecto al equipo, pero aún falta más de una semana para la presentación final. ¿Cómo actuaría? Tratará el incumplimiento de la fecha límite como un horrible descuido que demuestra tu falta de dedicación al equipo. Y continuará recordándotelo mucho después de la presentación.
5. El sufridor
Ser lo suficientemente vulnerable como para hablar sobre tus sentimientos puede ser valioso en las relaciones, pero a veces las personas lo llevan demasiado lejos. A este tipo de persona que expresa sus emociones le encanta hablar de los sentimientos, pero nunca lo hace de manera constructiva. Esta es la persona que te dice repetidamente cómo le hace sentir algo, pero nunca toma ninguna medida para que eso deje de pasar.
Es muy fácil caer en esta trampa de hablar en lugar de actuar. Si sales con alguien así, tarde o temprano te volverás como ellos. Las personas así pueden quedar tan atrapadas hablando de sus sentimientos que pierden la capacidad de poder resolver sus problemas. Y esta no es una forma productiva o saludable de vivir.
El sufridor viene con un problema personal que debe solucionarse. Te hablarán de su terrible relación o de su malvado jefe, pero no están dispuestos a hacer nada para solucionar sus problemas. No cortarán los lazos con la persona que les está haciendo daño y no buscarán un nuevo trabajo.
Cualquier sugerencia que haga sobre cómo pueden mejorar sus vidas encontrará resistencia. “No puedo hacer eso…” y “Ya lo intenté…” son las respuestas predeterminadas que te darán cuando les digas que tienen que hacer es coger el toro por los cuernos.
Hazte un favor y búscate mejores compañías
Cuando permites que estas personas tóxicas entren en tu vida, vives una experiencia deprimente, exasperante y emocionalmente agotadora. Puede parecer duro dar de lado a este tipo de personas en tu vida, pero si tienen un efecto negativo en ti, entonces debes actuar.
Tienes una cantidad limitada de tiempo y energía para aplicar a todas las cosas que quieres hacer con tu vida. No permitas que una persona tóxica te robe tu potencial.