Me miraba incrédulo.
Tuve una conversación recientemente con una persona que me hablaba de su sobrino, un estudiante que cursaba su último año en el colegio. “Debería ser ingeniero”, me dijo el tipo. “Los ingenieros ganan mucho dinero. El mercado de trabajo para los ingenieros es bueno. Mi sobrino definitivamente debería convertirse en ingeniero. ¿No crees?”
“No”, le dije yo.
(Fue entonces cuando me miró, atónito).
“¿Qué?” respondió.
“No”, repetí. “No conozco a tu sobrino. ¿Cuáles son sus puntos fuertes?”
“¿Sus puntos fuertes?”
“Sí, sus puntos fuertes. ¿Cuáles son sus puntos fuertes, sus dones, sus pasiones? ¿Qué le interesa?”
“¿Pasión?” El tipo me miró sonriendo con cara condescendiente. “¡Nadie elige un trabajo basado en la PASIÓN!”
Le respondí dando una pausa: “Es importante que él descubra quién es… cuáles son sus fortalezas, pasiones e intereses…” y me miró como si estuviera hablando de una historia de romanos.
No he vuelto a ver a esta persona, y no estoy seguro de qué carrera elegirá su sobrino. Pero estoy seguro de una cosa: si el sobrino no se entiende a sí mismo y si la ingeniería no se alinea con sus fortalezas, pasiones e intereses, puede que no fuese una buena idea.
Todos somos culpables de tomar malas decisiones. Estas decisiones pueden afectar en gran medida el curso de nuestra vida. Ya sea que nos involucremos en relaciones que no son buenas para nosotros, elijamos una carrera que no nos ilumine, descuidemos nuestro autocuidado repetidamente… a veces tomamos malas decisiones.
Por qué hay tantas personas que toman malas decisiones
Tomar malas decisiones puede cambiar drásticamente tu vida, dejándote tocado e insatisfecho. Cuando las personas toman a menudo malas decisiones, es posible que no alcancen su potencial.
Las personas toman malas decisiones por muchas razones. Su forma de pensar, la falta de experiencia y seguir las normas sociales establecidas, son tres de las razones por las que ocurre esto.
Tu mentalidad determina la calidad de tus decisiones
La mentalidad es una actitud o inclinación mental. Es importante reconocer que tus actitudes e inclinaciones mentales están presentes y pueden afectar en gran medida tu capacidad para tomar decisiones sensatas. Vivir una mejor vida empieza con tu forma de pensar. Si piensas en pequeño, tomas decisiones basadas en creencias limitadas y evitas constantemente tomar medidas significativas debido al miedo, y nunca alcanzarás tu máximo potencial.
Compréndete a ti mismo, pero no dejes que tus sentimientos te desvíen
Si no nos conoces bien a nosotros mismos, es difícil tomar buenas decisiones. Los leones son animales asombrosos, fuertes, poderosos y majestuosos. Saben dónde está su escalafón en la cadena alimenticia y saben dónde vivir. Saben cazar y cómo actuar. Sin embargo, ¿qué pasaría si un león quisiera ser el rey del mar y no el rey de la selva? Seguramente NO saldría adelante. Lo mismo ocurre con nosotros. Si no entendemos quiénes somos, es difícil tomar las mejores decisiones que nos permitan prosperar por completo.
Cuando te comprendes y te conoces bien a ti mismo, estás mejor equipado para tomar buenas decisiones. Sin embargo, esto no significa que siempre debas tomar decisiones basadas en “cómo te sientes”. De hecho, tomar decisiones basadas en sus sentimientos a veces puede restringir significativamente su crecimiento.
Por ejemplo, recientemente me pidieron que diese una charla de motivación a un grupo de pequeños empresarios. Si bien soy extrovertido y me encanta estar rodeado de personas, y me siento muy cómodo trabajando con mis clientes, pararme frente a una multitud como orador está actualmente fuera de mi zona de confort. Mi respuesta inmediata fue echarme atrás, pero dije “sí” a la invitación. ¿Por qué? Porque hablar es una de mis metas, y sé que a medida que avance hacia esa meta me sentiré incómodo al principio, pero será solo al principio.
Seguir las normas sociales puede conducir a malas decisiones
Las normas sociales afectan a las elecciones de las personas cada día. Las personas con las que pasas tiempo y la sociedad en general a menudo influyen en los trabajos que eliges, las horas que trabajas, el nivel de éxito que alcanzas, tus hábitos y todo, desde tu visión del mundo hasta tu visión de lo que es una “buena” relación con tu pareja.
Seguir ciegamente a la multitud puede hacer de ti un infeliz. El hecho de que todas las personas que conoces trabajen de 9 a 6 en una oficina no significa que sea la mejor opción para ti. El hecho de que todas las personas que conoces tengan a sus hijos haciendo un montón de actividades no significa que ese sea lo mejor para tu familia.
Cómo tomar grandes decisiones de las que no te arrepentirás
Tres claves para tomar buenas decisiones son ser conscientes de nuestra forma de pensar, entendernos a nosotros mismos y tomar decisiones intencionalmente en lugar de seguir como borregos a la multitud.
1.- Sé consciente de tu mentalidad
Es importante comprender que tu forma de pensar puede llevarte a tomar malas decisiones. El éxito comienza con tu forma de pensar. Las personas a menudo evitan hacer cambios en sus vidas y a hacer grandes cosas porque creen que lograr sus sueños más grandes no está a su alcance. Se conforman con menos de su máximo potencial. Muchas personas tienen diálogos internos que no les llevan a nada.
Empieza a prestar atención a tus pensamientos. Cuando piensas en lograr una gran meta que tienes, ¿Qué pensamientos tienes? ¿Eres motivador contigo mismo? Si te das cuenta de que tu diálogo interno es desmotivador, trabaja para modificar esa forma de pensar. Por ejemplo, si piensas: “No puedo montar un negocio; No sé cómo hacerlo”, modifique esa forma de pensar por “No sé cómo montar un negocio en este momento, pero puedo aprender”. Si piensas, “No puedo perder peso; lo intenté y no hubo manera”, modifícalo a “No logré mi objetivo la última vez, pero esta vez haré “x”, “y” y “z” para obtener excelentes resultados”.
Aprender de expertos y mentores que han logrado lo que tú aspiras, puede ayudarte a mantenerte motivado.
2.- Conviértete en autoexperto
Convertirse en un experto de si mismo es una clave importante para tomar buenas decisiones. Cuando sabes perfectamente cuales son tus fortalezas, tus prioridades y el impacto que deseas tener en el mundo, puedes tomar decisiones impulsadas por un propósito y vivir una vida más plena.
Recomiendo encarecidamente el libro, “Descubre tus fortalezas (aquí)” de Tom Rath. El libro ayuda a las personas a descubrir 5 de sus puntos fuertes. Tener una sólida comprensión de tus fortalezas puede ayudarte a elegir una carrera profesional que te permita maximizar esas fortalezas, en lugar de elegir una carrera que no sea la mas adecuada para ti.
3.- Tomar decisiones con toda la intención
Hacerlo así en lugar de seguir pasivamente las recomendaciones de la sociedad puede ayudarte a tomar decisiones que se alineen con lo que más te importa. Haz una pausa para reflexionar y pensar por qué estás tomando las decisiones que estás tomando. ¿Estás viviendo tu vida de una manera que te permite convertirte en la mejor versión de ti mismo y tener el impacto que quieres? ¿O estás viviendo la vida que la sociedad quiere para ti?
Un paso simple para ser más intencional en tu vida es escribir un horario de intenciones en tu día a día. Cuando le dices a tu tiempo adónde ir, puede ayudarte a minimizar el tiempo dedicado a actividades que consumen tiempo y que no se alinean con quién más quieres ser.
Recuerda, “eres el promedio de las 5 personas con las que pasas más tiempo”.
Sacar jugo a las personas con las que pasas el tiempo también puede guiarte a tomar mejores decisiones.
Aunque nadie es perfecto y nadie tiene una vida perfecta, trabajar en estas estrategias puede ayudarte a tomar mejores decisiones, lo que te permitirá tener menos remordimientos y una vida más satisfactoria.